PARÍS.- El portavoz del Gobierno francés,
Benjamin Griveaux, dejó hoy la puerta abierta a más concesiones al
movimiento de los "chalecos amarillos" en una de las reivindicaciones
que más se han repetido en las últimas semanas, el restablecimiento del
impuesto sobre la fortuna (ISF).
En una entrevista a
la emisora de radio "RTL", Griveaux explicó que si el impuesto sobre la
fortuna inmobiliaria, en el que se ha quedado el ISF "no funciona,
renunciaremos". Precisó que se hará una evaluación en el otoño de 2019.
La supresión del ISF desde el pasado 1 de enero fue una
de las primeras grandes decisiones en el terreno fiscal del presidente
francés, Emmanuel Macron, con la que quería evitar que las grandes
fortunas francesas se establecieran en el extranjero y hacer más
atractivo su país para los inversores.
Lo pagaban
aquellos que tenían un patrimonio superior a los 1,3 millones de euros y
su restitución ha sido una de las grandes reivindicaciones que han
emergido del movimiento de protesta de los "chalecos amarillos".
El primer ministro, Édouard Philippe, anunció ayer que bajo la presión
de ese colectivo su Gobierno da marcha atrás en algunas medidas que se
tenían que empezar a aplicar desde enero, en particular un incremento de
la fiscalidad de los carburantes y una subida del precio de la
electricidad y del gas.
Philippe habló de
"moratoria" del incremento de las tasas sobre el carburante mientras se
abre un periodo de concertación pero Griveaux reconoció hoy que "si no
se encuentra una solución" en la concertación se renunciará
definitivamente a ese ascenso de tasas.
Por otro
lado, dos sindicatos de camioneros, la Confederación General del Trabajo
(CGT) y Fuerza Obrera (FO) han convocado una huelga a partir del
domingo por la noche porque consideran que las cesiones del Ejecutivo
son insuficientes pero también en protesta por una decisión del Consejo
de Estado que modifica el nivel de primas por las horas extraordinarias.
La ministra de Transportes, Elisabeth Borne, reaccionó hoy a esa
convocatoria en una entrevista a "Radio Classique" en la que dijo que la
actitud de esos dos sindicatos responde a "un malentendido" o a "un mal
pretexto" porque la prima por las horas extraordinarias no se alterará.
El Ejecutivo, que esta tarde afronta un debate con voto en la Asamblea
Nacional sobre la crisis de los "chalecos amarillos", se prepara
también a convocatorias de manifestaciones el próximo sábado en París,
con el riesgo de que degeneren en violencia.
Macron
no se ha pronunciado públicamente sobre esta crisis, la mayor de su
mandato, desde su vuelta el pasado domingo de la cumbre del G20 en
Argentina y es el centro de las críticas de este movimiento de protesta
con demandas de dimisión.
Un ambiente hostil que
pudo comprobar ayer cuando al visitar la prefectura (delegación del
Gobierno) de Puy en Velay, en el centro del país, que había sido atacada
por "chalecos amarillos" el sábado, fue abucheado por un grupo de
manifestantes que se formó rápidamente cuando se supo de su presencia.
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