MIAMI.- Vastas zonas del sureste
de Estados Unidos estaban gravemente inundadas el lunes después del paso
del huracán Florence, que causó la muerte de al menos 23 personas y
daños estimados en miles de millones de dólares.
Degradado a
depresión tropical, Florence "sigue produciendo fuertes lluvias", con
"inundaciones catastróficas" en Carolina del Norte y del Sur y posibles
"inundaciones repentinas" en Delaware, Maryland y Pensilvania, dijo el
Centro Nacional de Huracanes (NHC) en su último boletín de las 21:00
GMT.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) señaló que
Florence continuará debilitándose al avanzar hacia el noreste el martes,
pero pronosticó "lluvias intensas" y "abundantes inundaciones
fluviales" en las Carolinas y el sur de Virginia en los próximos días.
El
riesgo de deslaves y fallas en represas persiste, advirtieron las
autoridades, que también emitieron alertas por tornados en las
Carolinas.
"Es una tormenta épica que continúa, algunas áreas aún
no han sufrido la peor inundación", dijo Roy Cooper, gobernador de
Carolina del Norte, al señalar en rueda de prensa que se trata de un
"desastre monumental".
En Carolina del Norte, el estado más
afectado, 17 personas murieron por Florence desde que tocó tierra el
viernes en la costa atlántica del estado como un huracán de categoría 1
en una escala máxima de cinco. Otras seis muertes fueron confirmadas en
Carolina del Sur.
Más de una decena de ríos en Carolina del Norte
estaban desbordados o amenazaban con subir a niveles críticos, y medio
millón de hogares en las Carolinas seguían sin electricidad el lunes,
según funcionarios de gestión de emergencias.
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