PANAMÁ.- El proyecto de Renovación Urbana de Colón, la segunda ciudad de
Panamá, comenzó hoy con las expectativas de recuperar el esplendor de
antaño y la seguridad de sus calles, perturbada por las pandillas
juveniles.
Lo que fue "La tacita de oro" del Caribe istmeño recibirá una inversión
pública valorada en más de 500 millones de dólares destinados a
transformar la vida de al menos 200.000 personas, entre todos los
componentes de la obra, informó la Secretaría de Comunicación del Estado
(SCE).
Actualmente el casco urbano de la urbe, ubicada en la ribera este de la entrada atlántica del Canal de Panamá, tiene un alto nivel de deterioro y las viviendas presentan daños estructurales con peligro de derrumbe, producto del abandono durante décadas.
En la primera fase constructiva que inicia este lunes, trabajarán en cinco mil viviendas destinadas a unos 25.000 pobladores cuyas casas constituyen un peligro para las familias y serán reubicados en una zona periférica.
Los edificios históricos y sitios con valor arquitectónico serán recuperados, mientras que se espera que las 16 calles centrales se conviertan en una extensión de la Zona Libre de Colón (ZLC), para la venta al detalle a locales y turistas, con los beneficios fiscales de la ZLC.
Al menos ese objetivo está contemplado en el proyecto de Ley Colón Puerto Libre, que se encuentra pendiente de aprobación por la Asamblea Nacional.
Las obras están a cargo del consorcio Nuevo Colón, conformado por la panameña Cusa y la empresa de capital brasileño Odebrecht, que ganó la licitación pública realizada en junio pasado.
"Mediante este proyecto los residentes de la costa atlántica contarán con una ciudad renovada y segura, con viviendas dignas, acceso al agua, sanidad básica y servicios públicos eficientes; además de escuelas, hospitales, calles y parques en un buen estado que permita a las actuales y futuras generaciones convivir pacíficamente", señaló la SCE.
Entre las restauraciones está el edificio más antiguo de Colón, conocido como Maison Blanche (Mansión Blanca) y la antigua sede de la Gobernación, que estarán bajo la supervisión del Instituto Nacional de Cultura.
El proyecto abrirá fuentes de empleos para los operarios locales, y con ese fin se capacitan jóvenes colonenses, como parte de un programa social para eliminar su participación en las pandillas juveniles, las que se redujeron notablemente en los últimos tiempos.
Actualmente el casco urbano de la urbe, ubicada en la ribera este de la entrada atlántica del Canal de Panamá, tiene un alto nivel de deterioro y las viviendas presentan daños estructurales con peligro de derrumbe, producto del abandono durante décadas.
En la primera fase constructiva que inicia este lunes, trabajarán en cinco mil viviendas destinadas a unos 25.000 pobladores cuyas casas constituyen un peligro para las familias y serán reubicados en una zona periférica.
Los edificios históricos y sitios con valor arquitectónico serán recuperados, mientras que se espera que las 16 calles centrales se conviertan en una extensión de la Zona Libre de Colón (ZLC), para la venta al detalle a locales y turistas, con los beneficios fiscales de la ZLC.
Al menos ese objetivo está contemplado en el proyecto de Ley Colón Puerto Libre, que se encuentra pendiente de aprobación por la Asamblea Nacional.
Las obras están a cargo del consorcio Nuevo Colón, conformado por la panameña Cusa y la empresa de capital brasileño Odebrecht, que ganó la licitación pública realizada en junio pasado.
"Mediante este proyecto los residentes de la costa atlántica contarán con una ciudad renovada y segura, con viviendas dignas, acceso al agua, sanidad básica y servicios públicos eficientes; además de escuelas, hospitales, calles y parques en un buen estado que permita a las actuales y futuras generaciones convivir pacíficamente", señaló la SCE.
Entre las restauraciones está el edificio más antiguo de Colón, conocido como Maison Blanche (Mansión Blanca) y la antigua sede de la Gobernación, que estarán bajo la supervisión del Instituto Nacional de Cultura.
El proyecto abrirá fuentes de empleos para los operarios locales, y con ese fin se capacitan jóvenes colonenses, como parte de un programa social para eliminar su participación en las pandillas juveniles, las que se redujeron notablemente en los últimos tiempos.
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