MADRID.- La agencia de calificación crediticia Fitch
Ratings considera que España está en la senda "correcta" para mejorar el
comportamiento de su economía, pero advierte de que el país aún tiene
un "largo camino por recorrer", con unos riesgos principalmente "a la
baja" que hacen "esencial" que continúe con las reformas y los ajustes.
En una conferencia celebrada en Madrid, el director gerente del grupo
de ratings soberanos de Fitch, Ed Parker, recordó que la agencia situó
el pasado mes de febrero en perspectiva 'negativa' el rating 'BBB' de
España debido al riesgo de que las cosas "vayan mal" en el proceso de
reforma y consolidación que está llevando a cabo el Gobierno español.
Por este motivo, consideró "esencial" que España siga adelante con las
reformas para lograr una tasa sostenible de crecimiento y una reducción
el déficit público, aunque rehusó valorarlas con detenimiento, porque la
función de la agencia no es dar consejos políticos.
"Dado el
nivel de déficit presupuestario y el hecho de que la deuda pública
respecto al PIB siga subiendo (...), estas reformas y la consolidación
fiscal son esenciales para estabilizar la situación y mantener el
rating", remarcó el analista de Fitch, que prevé que la economía
española vuelva a crecer el próximo año, después de contraerse un 1,6%
en 2013.
Parker incidió
en que para la agencia lo importante es que España ha puesto en marcha
una serie de reformas en materia laboral o fiscal, entre las que destacó
la de las pensiones, que pueden ayudar a la sostenibilidad de las
cuentas públicas a largo plazo.
Además, entre otros aspectos
positivos que se han producido en los últimos años, mencionó las medidas
para reducir el déficit presupuestario, la "fuerte mejora" de los
costes laborales, la impresionante corrección de la balanza por cuenta
corriente o la mejora de la competitividad.
Sin embargo,
incidió en que al mismo tiempo también es necesario que la economía
española vuelva a crecer y que el desempleo descienda. "Lo que España
necesita es una amplia gama de reformas en diferentes áreas, como el
mercado laboral o el mercado de productos para hacer más fácil la
actividad empresarial", agregó.
En su opinión, la evolución
positiva registrada por España en materia de ajustes se ha visto
lastrada por el hecho de que el país partiera de una posición "muy
débil", que hace que la economía siga contrayéndose, que el desempleo
sea "increíblemente alto" y que el déficit siga "muy elevado" en
términos estructurales absolutos".
Entre los riesgos a la baja
se encuentran los peligros que rodean la implementación de las medidas
anunciadas por el Gobierno español, así como otros procedentes de
Europa, donde se deben hacer progresos hacia la unión bancaria y la
creación de una unión monetaria "más viable" a largo plazo.
La
perspectiva 'negativa' del rating de España supone que existe más
probabilidad de una rebaja de la calificación dentro de los próximos dos
años, aunque Parker incidió en que dependerá la evolución de la
economía española en los próximos meses, ya que descarta revisiones de
los ratings con la misma frecuencia que durante el periodo álgido de la
crisis.
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