miércoles, 23 de noviembre de 2011

La ayuda del FMI no calma los temores por España

MADRID.- La nueva línea de crédito que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pondrá a disposición de los países de la periferia europea en apuros como España no servirá para solucionar los problemas de financiación a los que se enfrenta España, dijeron economistas.

El FMI incrementó sus instrumentos crediticios el martes e introdujo una nueva línea de liquidez a seis meses que tiene como objetivo ayudar a los países en riesgo por la crisis de la zona euro.
La institución que dirige Christine Lagarde podría prestar a España unos 45.000 millones de euros en dos años - en base a la cuota con la que contribuye España al Fondo -, cifra muy lejana a las obligaciones financieras que debe afrontar el próximo año la cuarta economía del euro.
"Esto es como el azucarillo del desayuno", dijo Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica en la IQS School of Management de la Universidad Ramón Llull.
"El déficit público sólo es una pequeña parte del déficit total del país, si incluimos el déficit de las empresas, de los bancos y de las familias", agregó Niño Becerra.
Analistas dijeron que sólo en 2012, el Estado debe hacer frente al déficit público, que debe rebajar hasta el 4,4 por ciento del PIB para cumplir con su programa de consolidación fiscal, más unos vencimientos en concepto de deuda pública ligeramente inferiores a los 120.000 millones de euros.
"Las necesidades de financiación del Estado para la deuda que vence en 2012 y para financiar el déficit del 4,4 por ciento está cerca de los 200.000 millones (de euros)", dijo María Jesús Fernández, economista de la Fundación de las Cajas de Ahorros.
En una línea parecida a la de Fernández, el director de análisis M&G valores, Nicolás López, dijo que recurrir a la facilidad crediticia del FMI podría aliviar la apelación del Tesoro español a los mercados en momentos de gran tensión que suponga un fuerte encarecimiento de la financiación pública, pero solo sería un parche a las obligaciones financieras del país.
"Lo que se demuestra con este tipo de alternativas es que se acabó el tiempo de las intervenciones masivas (como la de Grecia, Irlanda o Portugal) en favor de fórmulas fragmentadas, que combinen diferentes instrumentos como los del fondo de rescate y las propias intervenciones del Banco Central Europeo", expresó López.
"De otro modo, no habría recursos para ayudar a países como España e Italia", agregó López.
Para el presidente de Analistas Financieros Internacionales, Emilio Ontiveros, la fórmula más efectiva para aliviar de un modo más inmediato la financiación del España en las actuales condiciones de mercado es la adquisición de deuda por parte del BCE.
"Esta fórmula tiene la ventaja de la inmediatez", señaló Ontiveros.
Varios informes, entre ellos uno reciente de FUNCAS, han apuntado que España desviará este año su déficit público hasta el 7,5 por ciento del PIB, en lugar del 6,0 por ciento comprometido por el Gobierno socialista. También el Banco de España y el servicio de estudios de BBVA han advertido sobre el riesgo de un incumplimiento de la meta fiscal de 2011.
A tenor de estas previsiones, los mercados financieros, agencias de rating y la propia canciller alemana, Angela Merkel, han pedido al flamante vencedor de las elecciones generales del pasado domingo y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, que adopte nuevas medidas de ajuste con la mayor inmediatez.
Sin embargo, el presidente del Comité Electoral Nacional del PP, Miguel Arias Cañete, dijo este miércoles que el nuevo gobierno no presentará su plan de ajuste fiscal hasta que conozca con exactitud la situación de las cuentas públicas españolas.
España cerró 2010 con un déficit del 9,3 por ciento frente a un saldo negativo superior al 11 por ciento en 2009, y tiene un compromiso con Bruselas de reducir el déficit fiscal hasta el 3,0 por ciento en 2013.

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