El estudio, elaborado por la Universidad Central de Ciencia y Tecnología de China y que confirma ya investigaciones previas emprendidas por el Partido Comunista Chino, advierte de los peligros de incentivar el consumo entre los campesinos dado lo precario de su modelo económico.
"Hablar de estimular el consumo entre los campesinos es absolutamente ridículo", indica He Xuefeng, profesor de sociología a cargo del estudio. Tanto He como otros 14 investigadores comprobaron que los campesinos ya usan sus ingresos extra de dinero en compras de productos como ropa o aparatos electrónicos.
Las adquisiciones no revierten en una mejoría futura de su nivel económico y, además, buena parte de las compras son posibles debido a los ingresos extra que en los últimos años han estado llegado a las economías rurales gracias al enorme número de inmigrados a las ciudades para trabajar como obreros.
Se calcula que existen en China unos 180 millones de chinos que entran en la categoría de "población flotante", de los cuales al menos 10 millones han perdido ya sus empleos.
Las conclusiones coinciden con un informe publicado en la revista oficial "Banyuetan" y realizado en la provincia de Jilin (norte), que apuntaba que si los agricultores gastan más, terminarán endeudados.
Los campesinos de la región estudiada lograban acumular como media 900 yuanes al mes (100 euros), que debían destinar a educación, gastos médicos o la construcción de viviendas. En caso de enfermar, la mayoría optaba por no ir al médico para no gastar dinero.
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