La tendencia en todo caso es positiva, ya que las muertes en carretera han caído un 10% con respecto a las cifras que se registraban en 2019, antes de la pandemia de coronavirus. En este sentido el descenso en el número de fallecimientos en el asfalto se ha estabilizado en varios Estados miembros.
Desde 2019, las muertes en accidente de tráfico apenas han disminuido en España, Francia e Italia, mientras que se ha elevado en Irlanda, Letonia, Países Bajos, Eslovaquia y Suecia.
La mayor reducción de fallecimientos se registra en Bélgica, República Checa, Dinamarca, Hungría y Polonia que van camino de cumplir el objetivo de reducción del 50% de las muertes y lesiones graves en carretera para 2030, una meta que pocos Estados miembros del bloque están en condiciones de lograr.
En el bloque europeo, Suecia y Dinamarca siguen siendo los países más seguros en materia de seguridad vial, mientras que Bulgaria y Rumanía registran la mayor tasa de mortalidad, con 82 y 81 muertes por millón de habitantes. La media de la UE se sitúa en 46 muertos por millón de habitantes, con España por debajo de la media, con 36 muertos pero con cifras que apenas han variado desde 2017.
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