"Según la información que tengo ahora, nada ha cambiado en Rusia. Considero que la evaluación de la amenaza es similar. Esto sugiere que se necesitan más acciones", ha dicho el primer ministro finlandés en una entrevista para la cadena de televisión Yle, que publica este martes.
Desde mediados de diciembre, Finlandia mantiene cerrados sus pasos fronterizos con Rusia debido al incremento de la inmigración ilegal, de la que se responsabiliza al Kremlin, como parte de sus medidas en represalia por las sanciones impuestas por la Unión Europea por la invasión de Ucrania.
"La seguridad fronteriza es un tema crítico para nosotros" y por tanto, Finlandia no abrirá sus frontera si hay señales o amenazas de que Rusia continúe como hasta ahora, ha zanjado Orpo.
En las últimas horas, la ministra del Interior, Marie Rantanen, ha confirmado que Finlandia no tiene intención de reabrir las fronteras con Rusia a partir del 14 de enero, como se había estado especulando recientemente.
"Así es exactamente como debería ser", pues "existe el riesgo de que Rusia continúe realizando actividades similares si la frontera está abierta", ha dicho la ministra, en declaraciones a la cadena de televisión finlandesa MTV3.
El Gobierno finlandés cerró el total de sus nueve pasos fronterizos a finales de noviembre con vistas por lo menos a estar vigente hasta el 18 de febrero de 2024. Después de la efímera reapertura de dos cruces a mediados de diciembre, un nuevo aumento de la inmigración acabó finalmente por motiva su clausura.
Varios países de la región han puesto en marcha medidas similares debido al aumento de los solicitantes de asilo que llegan a sus fronteras a través de Rusia, a quien acusan de empujar a estas personas a la frontera para crear inestabilidad.
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