"Estamos observando que mucho de lo que estamos haciendo puede ser un ensayo para la creación de un segundo eslabón del ejército", añadieron las citadas fuentes, en referencia a la que está ya considerada como la mayor operación de instrucción militar a civiles desde la Segunda Guerra Mundial.
El general Patrick Sanders estima que el Reino Unido podría tener en tres años una fuerza suplementaria de 120.000 efectivos, a añadir a los 172.400 soldados y reservistas del ejército. Su intervención en la Conferencia Internacional de Vehículos Blindados en Twickenham ha provocado un debate sobre la necesidad de preparar y movilizar a la población civil ante un conflicto bélico.
El general Sanders, que abandonará su puesto como jefe de Personal en seis meses, ha sido muy crítico recientemente con los planes del Gobierno para reducir el número de soldados. Según The Times, Downing Street ha mantenido en los últimos meses unas relaciones tensas con los altos mandos militares por cuenta de sus declaraciones a los medios.
El secretario de Estado de las Fuerzas Armadas James Heappey ha asegurado por su parte, en un podcast del Consejo de Geoestrategia, que haría falta una fuerza combinada de 500.000 efectivos entre soldados y civiles para poder ganar una guerra.
"¿Dónde vamos a conseguir nuestro segundo eslabón?", preguntó abiertamente Heappey en el podcast. "¿Cuál va a ser la ruta del Reino Unido para conseguir medio millón de hombres y mujeres en armas?".
Pese a la presión creciente del Ministerio de Defensa, el Gobierno británico no tiene actualmente en estudio ninguna medida de movilización de la población ni de reimplantación del servicio militar obligatorio. En Ucrania, los hombres entre 27 y 60 años sin experiencia militar pueden ser reclutados obligatoriamente para combatir contra el ejército ruso.
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