domingo, 17 de diciembre de 2023

Señalan a Francia desde los índices de gestores de compras como el nuevo enfermo que condena a Europa a la recesión


BRUSELAS.- La recesión en la eurozona en el último tramo del año es una posibilidad más certera tras los datos de actividad del sector privado relativos a diciembre conocidos esta semana

Los PMI (índices de gestores de compras) preliminares de este mes dibujan un "panorama desalentador", en palabras de los analistas que elaboran la encuesta, y dejan otra lectura preocupante: a la alarmante debilidad de Alemania se suma la de una Francia que le puede robar el sambenito de 'hombre enfermo' de Europa, expresión que se ha venido empleando recurrentemente cuando una economía europea se quedaba por detrás de las demás, si bien el término procede del siglo XIX, cuando el zar ruso lo utilizó para referirse a un Imperio Otomano en clara decadencia.

En el plano general de la eurozona, el PMI compuesto retrocede en diciembre de los 47,6 puntos a los 47, mientras que el manufacturero se mantiene en los 44,2 puntos y el de servicios da un notable disgusto al caer de 48,7 a 48,1 (se esperaba un pequeño repunte hasta los 49, más cerca de los 50 que marcan la frontera con la zona de expansión de la actividad).

En desglose publicado hoy por S&P Global y Hamburg Commercial Bank (HCOB) aparecen las cifras de las dos principales economías de la región -Alemania y Francia- confirmando los malos augurios.

 En Alemania, el PMI compuesto baja de 47,8 puntos a 46,7, con el PMI manufacturero subiendo tímidamente de los 42,6 a los 43,1 puntos (menos de lo esperado) y el PMI de servicios entrando en barrena (cae de 49,6 a 48,4). 

En Francia, la imagen es casi peor, con el PMI compuesto bajando ya de los 44 puntos y el manufacturero perdiendo casi un punto y situándose en unos dolorosos 42 puntos. El de servicios también pierde los 45 puntos.

"Una vez más, las cifras muestran un panorama desalentador, ya que la economía de la zona euro no muestra indicios claros de recuperación. Por el contrario, se ha contraído durante seis meses consecutivos. La probabilidad de que la zona euro esté en recesión desde el tercer trimestre (-0,1% en el tercer cuarto) sigue siendo notablemente alta", escribe Cyrus de la Rubia, economista jefe de HCOB en el informe con los datos. 

Los expertos de Oxford Economics calculan una contracción del 0,3% en el cuarto trimestre a tenor de los PMI publicados. HCOB contempla un crecimiento del 0,8% para el bloque el año próximo tras el tímido 0,5% de este año.

Estas previsiones chocan con las emitidas desde el Banco Central Europeo (BCE), más benignas.

 "A diferencia de la mayoría de los economistas y del BCE, la recesión no nos sorprende. Desde mediados de 2022, el BCE ha aumentado sus tipos clave en la friolera de 450 puntos básicos, lo que ahora está teniendo un efecto de freno total en la economía. Al mismo tiempo, apenas hay estímulo procedente del sector exterior, ya que no solo el BCE sino también todos los demás bancos centrales occidentales han aumentado los tipos de interés masivamente. La demanda de China también se está desacelerando", plantea Christoph Weil, economista de Commerzbank. 

Los datos de producción industrial de las principales economías europeas en octubre ya adelantaban la semana pasada malas perspectivas para el cuarto trimestre.

"Un análisis más detallado de las dos grandes economías de la zona euro revela una comparación positiva de Alemania respecto a Francia, sobre todo en el sector servicios. Alemania experimenta una contracción mucho más lenta en este ámbito, mientras que la tendencia a la baja del índice es más pronunciada en Francia. Se observa una dinámica similar en la industria manufacturera, donde el ritmo de declive de la producción es más rápido en Francia que en Alemania", remarca De la Rubia.

"El limitado desglose por países publicado hoy sugiere que Francia tiene más posibilidades que Alemania de ser el enfermo de Europa", sentencia en un comentario rápido tras los datos Andrew Kenningham, analista de Capital Economics, subrayando que el PMI compuesto galo se sitúa tres puntos por debajo del de Alemania.

"La economía francesa se hunde en el atolladero de la recesión, con los PMI pintando un panorama desconcertante en diciembre de la segunda mayor economía de la UE. Tanto la contracción del sector servicios como la del manufacturero se han intensificado en comparación con el mes anterior. Los participantes en la encuesta atribuyen los menores niveles de actividad a la debilidad de la demanda, el menor poder adquisitivo de los clientes y la atonía general de la economía, lo que no es una buena noticia para el crecimiento a finales de año", detalla Tariq Kamal Chaudhry, economista del HCOB encargado del informe sobre Francia.

Desde el banco alemán prevén ahora una ligera contracción del 0,2% del PIB francés en el cuarto trimestre que sucedería a la del 0,1% registrada en el tercer trimestre, lo que constataría la recesión técnica (dos trimestres seguidos de contracción de la economía). 

La estimación es menos optimista que la de la agencia estadística oficial francesa, el Insee, que el jueves predijo un estancamiento en el cuarto trimestre del año y una tenue expansión del 0,2% en los dos primeros trimestres de 2024.

La industria francesa, en particular, expresó su preocupación por las perspectivas futuras, prosigue el análisis de HCOB: "Los pedidos nacionales e internacionales caen en picado, lo que augura problemas para el empleo a medida que se extienden las pérdidas de puestos de trabajo. El único consuelo para la industria reside en la caída de los precios de los insumos, pero sin una sustancial entrada de nuevos pedidos, es probable que esto solo proporcione un alivio limitado".

Los servicios tampoco se salvan: "Los proveedores de servicios franceses se encuentran en una situación difícil. El PMI es el peor desde noviembre de 2020. Las nuevas empresas se encuentran en un estado desalentador y la cartera de pedidos también se está reduciendo rápidamente. Esto es un mal presagio para los resultados del sector en un futuro próximo".

Este frío clima empresarial en Francia no es un consuelo para Alemania, como reseña De la Rubia: "Obviamente, Alemania no tiene motivos para alegrarse de su ventaja". "Si está buscando regalos, no encontrará oro en la última encuesta PMI de Alemania. Lo que encontrará, en cambio, es un número creciente de empresas que informan de una reducción de la producción tanto en el sector servicios como en el manufacturero. Esto confirma nuestra opinión de un segundo trimestre consecutivo de crecimiento negativo a finales de año, impulsado por el sector manufacturero. Esta evolución poco alentadora podría estar relacionada con la sentencia del Tribunal Constitucional y la consiguiente discordia sobre el presupuesto para 2024. Esto ha inyectado una importante dosis de incertidumbre respecto a posibles nuevas cargas para la economía", refleja en su informe sobre la 'locomotora' europea.

Aunque el experto vislumbra detalles de que el malogrado sector manufacturero alemán (crisis energética tras años de dependencia del gas ruso y contundentes subidas de tipos en la eurozona) está preparado para una recuperación el año próximo, los servicios, sector preponderante en el país y en la zona euro, trae pésimos titulares: "En el ámbito de los servicios, el panorama económico sigue dominado por los sombríos matices de la estanflación".

Según explica De la Rubia, la producción se ha contraído por tercer mes consecutivo, mientras que los precios de los insumos aumentan a un ritmo similar al de noviembre. "Curiosamente, las empresas han conseguido subir sus precios de venta incluso más rápidamente que en periodos anteriores. Este resultado sirve de crudo recordatorio de los riesgos que persisten para las perspectivas de inflación, a pesar de la sustancial reducción global de la inflación oficial de los precios al consumo en los últimos meses", escribe.

Esto se traslada a la perspectiva europea: "Aunque los precios de los insumos aumentaron a un ritmo ligeramente inferior, las empresas pudieron subir los precios cobrados incluso más que en meses anteriores, lo que sugiere que las empresas consiguieron repercutir una parte de los aumentos de costes a los clientes. El Banco Central Europeo (BCE) reconoce esta dinámica en su última declaración, señalando que las presiones internas sobre los precios siguen siendo elevadas", concluye De la Rubia.

En lo relativo al empleo, el enfriamiento empieza a ser patente en el conjunto de la región. "La demanda ha seguido cayendo a medida que disminuyeron tanto los nuevos pedidos como el trabajo pendiente (que había respaldado la actividad durante gran parte de 2023). La encuesta muestra que esto se está transmitiendo cada vez más al mercado laboral, ya que el PMI de empleo quedó por debajo de la marca de 50 -sin cambios- por segundo mes consecutivo", hace hincapié Kenningham, de Oxford Economics.

"Los PMI de diciembre apuntan a una recesión cada vez más profunda y a una relajación del mercado laboral, pero aún no a un cambio decisivo en las presiones inflacionarias. Sin embargo, esperamos que eso cambie en los próximos meses a medida que la recesión se prolongue", remata su análisis.

"Es probable que los datos de hoy alimenten la especulación sobre un inminente recorte de tipos del BCE. Sin embargo, como las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo fuertes, es poco probable que el BCE comience a recortar los tipos antes del verano", redondea Weil, de Commerzbank.

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