"La presencia del representante talibán en Colonia es completamente inaceptable y debe ser condenada enérgicamente", ha aseverado la ministra del Interior, Nancy Faeser, que ha incidido en que "nadie debería ofrecer a los islamistas radicales un escenario en Alemania".
En declaraciones a la agencia germana de noticias DPA, Faeser ha destacado que Berlín apoya y protege a los refugiados afganos, víctimas de un "régimen opresor" y que viola los Derechos Humanos, especialmente de las mujeres.
"En Alemania protegemos a muchos refugiados de Afganistán del régimen opresor de los talibán. Por eso, los talibán no tienen cabida en Alemania", ha recalcado la ministra del Interior, que ha anunciado una investigación para aclarar lo ocurrido en la mezquita de Colonia.
Así las cosas, la ministra Faeser ha hecho un llamamiento a la organización musulmana Ditib, a la que pertenece la mezquita, para que colaboren con las autoridades alemanas y "ofrezca una explicación completa y muy rápida" de la presencia del líder talibán.
Ditib, por su parte, ha negado haber participado en el acto, que asegura fue convocado por una asociación cultural que lo anunció como religioso. Sin embargo, la asociación en cuestión ha declarado que tampoco tiene nada que ver y que se ha hecho un uso indebido de su nombre.
Otro motivo de polémica es cómo pudo entrar en Alemania el dirigente Abdul Bari Omar, cuya presencia fue condenada también por el Ministerio de Relaciones Exteriores. El viaje no fue anunciado al Ministerio y tampoco se le había expedido un visado.
El Ministerio del Interior de Renania del Norte-Westfalia, el estado federado donde se encuentra Colonia, ha detallado este mismo sábado que Bari Omar es el encargado de dirigir las oficinas de alimentos y medicinas en Afganistán.
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