Esta modesta progresión entre julio y septiembre supone un freno respecto al crecimiento del 0,6% registrado en el segundo trimestre después de una revisión del Insee, que inicialmente lo estimó en +0,5%.
Después de un tiempo de atonía, el consumo de los hogares progresó un 0,7% en este trimestre, especialmente gracias al aumento del consumo alimentario, señaló este instituto.
Las inversiones empresariales continuaron demostrando dinamismo y crecieron en un 1,5%.
En cambio, después de un buen rendimiento en el segundo trimestre, las exportaciones se contrajeron un 1,4%, haciendo que el comercio exterior contribuya de forma negativa al crecimiento del PIB.
También se replegó la producción manufacturera (0,3%).
Para el conjunto de 2023, el Insee prevé un crecimiento del 0,9%, idéntico al pronóstico del Banco de Francia y ligeramente interior al del gobierno (+1%).
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