martes, 9 de febrero de 2021

La inflación favorece el estímulo en las dos principales economías de América Latina


MIAMI.- Los bancos centrales de las dos economías más grandes de América Latina logran respirar un poco, a medida que una inflación más lenta en Brasil creó espacio para mantener las tasas de interés en un mínimo histórico, y una desaceleración en el aumento de los precios subyacentes permitiría a México hacer recortes.

IPCA, el índice de referencia de Brasil, subió 0,25% en enero respecto al mes anterior, por debajo del pronóstico promedio de un aumento de 0,31% de los analistas en una encuesta de Bloomberg. Los precios subyacentes de México, observados de cerca, subieron 0,36%, cerca de las estimaciones de los economistas, en comparación con un aumento de 0,55% en diciembre.

“Por el momento, los datos de inflación respaldan la idea de un estímulo monetario continuo en ambos países”, dijo Patricia Krause, economista de Coface, una compañía de seguros francesa. “Dado que la actividad aún es demasiado lenta en Brasil, una desaceleración de dicha magnitud permitiría al banco central mantener la tasa de interés clave en el nivel actual durante más tiempo. En México, podría incluso permitir un recorte en la próxima reunión”.

No obstante, los resultados no son perfectos para ninguno de los dos bancos centrales.

Si bien la desaceleración de Brasil sugiere que los impactos temporales finalmente podrían estar disminuyendo, la inflación anual en 4,56% está muy por encima del objetivo de 3,75% de este año. Mientras tanto, un recorte de tasas en México se complica por la inflación general, que se aceleró a 3,54% respecto al año anterior, más allá del 3,15% de diciembre y más rápido que la estimación de 3,45% de los analistas.

El banco central de Brasil ha señalado que, si bien un aumento de la tasa puede no ser inminente, está listo para aumentar los costos de endeudamiento por primera vez desde 2015 a medida que suben las expectativas de inflación. En los últimos meses, los aumentos del costo de vida han sido impulsados por factores que incluyen alimentos, combustibles y viviendas. El Gobierno también está debatiendo una nueva ronda de apoyo de emergencia que ayudaría a mantener la demanda durante la pandemia.

Los analistas encuestados por el banco central de Brasil han elevado su pronóstico de inflación para 2021 durante cinco semanas consecutivas a 3,6%. Operadores en futuros de tasas de interés esperan que la autoridad monetaria aumente los costos de endeudamiento en al menos un cuarto de punto en su próxima reunión de políticas en marzo.

El presidente Jair Bolsonaro ha declarado recientemente su intención de reducir los costos del combustible a través de cambios a los impuestos federales, aunque no está claro si podrá hacerlo.

En México, donde el banco central ha proporcionado la única forma de estímulo significativo para combatir la crisis, 16 de los 21 economistas encuestados esperan un recorte de un cuarto de punto en la reunión de la junta el jueves.

El banco mantuvo las tasas en las últimas dos reuniones para garantizar que la inflación realmente se hubiera desacelerado por debajo de su umbral objetivo. México apunta a una inflación del 3%, más o menos un punto. Los precios del combustible lideraron las ganancias en la inflación de México, con un alza de 5,23% frente a diciembre. La economía se desplomó 8,3% el año pasado, la mayor contracción en casi un siglo.

“Va a ser una decisión difícil”, dijo Jessica Roldán, economista en jefe de la correduría mexicana Finamex, quien prevé un recorte. “Aunque la velocidad del aumento de la inflación ha sorprendido, la mayor parte proviene de aumentos más altos de lo esperado en los bienes relacionados con el componente no subyacente, mientras que la inflación subyacente se ha mantenido relativamente estable”.

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