viernes, 27 de noviembre de 2020

China amenaza con la pena de muerte a los médicos de Wuhan que informen del inicio de la pandemia del coronavirus

 PEKÍN.- La censura vuelve a irrumpir con fuerza en China, esta vez acallando a los médicos y prohibiéndoles que hablen sobre el coronavirus. El presidente chino, Xi Jinping, no quiere que los primeros profesionales sanitarios chinos que trataron el virus al inicio de la pandemia en Wuhan colaboren con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la investigación del SARS-CoV-2 en el gigante asiático. 

Aquellos médicos que desobedezcan y se salten el hermetismo que impone Pekín podrían ser acusados de espionaje e incluso condenados con la pena de muerte, según ha informado este viernes la agencia de noticias japonesa Kyodo.

Según Kyodo, "las autoridades de China ha emitido una orden de mordaza sobre el virus a los médicos en Wuhan", por lo que tienen prohibido entregar algún tipo de información sobre lo que vieron en los inicios de la pandemia o cuando los casos ya estaban descontrolados.

"Las autoridades chinas advirtieron a los médicos que respondieron al nuevo coronavirus en la etapa inicial del brote en Wuhan, que podrían ser castigados por espionaje si revelaban lo que sucedió durante el período", ha informado la agencia japonesa.

La orden 'mordaza' se habría emitido en agosto o septiembre, meses en los que Pekín recibió elogios por muchos estados del mundo sobre su buena actuación para frenar la pandemia en el país.

"Un médico en Wuhan dijo que las autoridades de salud le dijeron que sería castigado por la ley si revelaba su experiencia, y si se le acusaba de espionaje, se le podría imponer la pena de muerte", advierte Kyodo.

La medida está vinculada a uno de los médicos censurados por el régimen chino, Li Wenliang, que murió seis días después de descubrir que tenía COVID-19.

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