jueves, 7 de mayo de 2020

Millones de estadounidenses piden ayuda por desempleo y la productividad se desploma

WASHINGTON.- Millones de estadounidenses más solicitaron ayuda por desempleo la semana pasada, lo que sugiere que los despidos se ampliaron desde las industrias orientadas al consumidor a otros sectores de la economía y que podrían mantenerse elevados, pese a que muchas partes del país empiezan a reanudar su actividad.

La profundización de la crisis económica desencadenada por las detenciones de actividad en todo el país para frenar la propagación del nuevo coronavirus se mostró en otros datos el jueves, que indican que la productividad de la fuerza laboral cayó a su mayor ritmo en más de cuatro años en el primer trimestre, por la mayor caída en horas trabajadas desde 2009.
Los informes apoyan la creencia de muchos economistas de que el bajón económico podría persistir durante un tiempo. La actividad se contrajo en el primer trimestre al ritmo más rápido desde la Gran Recesión de 2007-2009.
Las solicitudes iniciales de subsidios de desempleo totalizaron 3,169 millones ajustados estacionalmente para la semana que terminó el 2 de mayo. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado 3,0 millones de pedidos de ayuda.
Fue la quinta baja semanal consecutiva de pedidos desde el récord de 6,867 millones en la semana al 28 de marzo. Aún así, los últimos números elevaron a unos 33,5 millones el número de personas que han presentado solicitudes de subsidio de desempleo desde el 21 de marzo, aproximadamente el 22,1% de la población en edad de trabajar.
"El ritmo de las nuevas solicitudes de desempleo se está ralentizando, pero se mantiene en niveles inimaginables hace unos meses", dijo Joel Naroff, economista jefe de Naroff Economics.
"Incluso con la lenta reapertura de la economía, el número de desempleados debería seguir aumentando considerablemente ya que los gobiernos, así como las empresas que han intentado pero no han logrado mantener su situación, están ahora despidiendo trabajadores", agregó.
En otro informe del jueves, el Departamento de Trabajo dijo que la productividad no agrícola, que mide la producción por hora por trabajador, disminuyó a un ritmo del 2,5% anualizado en el primer trimestre. Ese fue el mayor descenso desde el cuarto trimestre de 2015 y siguió un ritmo de aumento del 1,2% en el cuarto trimestre.
Las horas trabajadas se redujeron a un ritmo del 3,8% en el último trimestre, el descenso más pronunciado desde el tercer trimestre de 2009. Las horas trabajadas habían aumentado a un ritmo del 1,2% en el cuarto trimestre.

Sigue la pérdida de empleos en EEUU

El cierre de fábricas, tiendas y restaurantes por el coronavirus en abril proyecta un panorama sombrío para el reporte mensual sobre el desempleo en Estados Unidos, tanto que muchos expertos piensan que podría borrar todos los puestos de trabajo creados en la última década de bonanza.
La cifra publicada por el Departamento de Trabajo este viernes será probablemente de dos dígitos y confirmará la debacle ilustrada por los informes semanales de peticiones de subsidio por desempleo, que muestran que 33,5 millones de personas perdieron su empleo en el país desde mediados de marzo.
En este año electoral, que el presidente Donald Trump comenzó con buenas noticias como el desempleo de un 3,5% en febrero, el dato más bajo en 50 años, cualquier cifra marcará el debate político en Estados Unidos, en plena lucha contra la covid-19.
El país es el más golpeado por la pandemia tanto en número de casos registrados (1,25 millones) como en fallecidos (más de 75.500), según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.
Algunos expertos más pesimistas creen que la tasa de desempleo podría llegar al 20%, mientras que otros analistas más moderados apuestan por una cifra en torno al 16%.
Cualquier cifra en este rango representa un alza impresionante del desempleo con respecto a marzo, un mes en el que ya comenzaba a sentirse la crisis y el paro subió al 4,4%.
Va a ser el "mayor colapso de la historia", proyectó Roiana Reid, de la firma Berenberg Capital Markets.
En los dos años que duró la crisis financiera global iniciada en 2008, la economía estadounidense perdió 8,6 millones de empleos. Durante el periodo de recuperación entre febrero de 2010 y febrero de 2020, se crearon unos 23 millones de puestos.
Reid proyectó que el mes pasado se perdieron 21 millones de empleos, en línea con las previsiones de los analistas.
Diane Swonk, de la firma Grant Thornton, forma parte de los economistas más pesimistas y prevé que solo en este mes se perdieron 34 millones de empleos.
Esta cifra incluye los 26 millones de personas que efectuaron peticiones de ayuda por desempleo, "sumando además a ocho millones de trabajadores que no pudieron tramitar sus peticiones o que son indocumentados".
Para Swonk, lo más sorprendente es que las pérdidas alcanzan a casi todas los sectores y rangos de ingreso.
Después de que el PIB de Estados Unidos se contrajera un 4,8% en el primer trimestre, Trump y su equipo económico confían en que una vez que se controle el virus las empresas puedan volver a abrir y se recuperen los puestos de trabajo perdidos.
"Este país no puede permanecer cerrado y bloqueado durante años", dijo Trump el jueves.
Pero las cifras de solicitudes semanales de subsidios por desempleo muestran que se siguen perdiendo puestos de trabajo y que la tasa de desempleo podría subir aún.
"Es peor de lo que pensábamos", indicó en una nota el economista Joel Naroff. "Ahora me pregunto si vamos a llegar a un nivel de 40 millones de puestos de trabajo perdidos, lo que nos llevaría a un desempleo del 25%. Esto es verdaderamente aterrador, hay que volver a la década de 1930, a la Gran Depresión, para ver una cosa de este tipo", señaló el experto.

La productividad en el primer trimestre cayó un 2,5%

El número de desempleados continúa subiendo en Estados Unidos, con millones de nuevos pedidos de prestaciones cada semana, y la posibilidad de que la tasa de desempleo para abril se acerque al 20%, el doble de lo registrado en la Gran Recesión de 2009.
Estados Unidos, el país del mundo con más casos y muertos por la pandemia del nuevo coronavirus, registró 3,2 millones de nuevas solicitudes de beneficios por desempleo durante la semana del 26 de abril al 2 de mayo, informó el jueves el Departamento de Trabajo.
Esas cifras elevan a 33,5 millones el número de solicitudes por desempleo presentadas desde mediados de marzo, cuando la crisis sanitaria obligó a las empresas a cerrar sus puertas y más de 94% de la población fue llamada a confinarse para detener la propagación del virus.
El pico de pedidos de beneficio por desempleo en Estados Unidos se alcanzó a fines de marzo, con 6,8 millones de nuevos desempleados en una semana. Desde entonces, la baja en las solicitudes ha sido muy lenta, pero el tiempo en que Estados Unidos registraba 200.000 o 250.000 nuevos demandantes cada semana parece estar muy lejos.
El presidente Donald Trump, que considera la reapertura de la economía una prioridad, dijo el jueves: "Este país no puede permanecer cerrado y bloqueado durante años".
Algunos estados ya anunciaron planes para levantar las restricciones.
"Esperamos el inicio de un repunte (económico) en junio a medida que los estados comiencen a reanudar la actividad", pero el ritmo al cual las empresas volverán a contratar no está claro, dijo Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics.
Los derechos de beneficios por desempleo se han extendido temporalmente a personas que anteriormente no podían reclamarlos, como los trabajadores independientes.
Las cifras semanales de solicitudes de desempleo dan una estimación del daño causado por el nuevo coronavirus a la economía de Estados Unidos, que según muchos analistas ya está en una profunda recesión.
El país está compensando a más desempleados que nunca: 22,6 millones de personas en la última semana de abril, frente al 1,7 millones antes de la pandemia. Esto representa una tasa de desempleo del 15,5%, según las cifras publicadas el jueves.
El viernes se revelarán más detalles cuando el Departamento de Trabajo publique los datos del desempleo de abril, la primera encuesta que cubre las semanas en que las medidas de confinamiento de la población estaban en plena vigencia.
Se espera que el informe mensual muestre que la tasa de desempleo se disparó a alrededor de 20%, un marcado cambio frente al 3,5% en febrero, el nivel más bajo en 50 años. En marzo sólo aumentó ligeramente, a 4,4%.
Algunos economistas esperan 28 millones de empleos perdidos en abril. En comparación, se perdieron 8,6 millones de empleos durante los dos años de la crisis financiera mundial que comenó en 2008. Por lo tanto, la Gran Recesión de 2009 ya no es el punto de referencia, sino la Gran Depresión de la década de 1930.
"Estamos viendo lo que parece ser la peor crisis económica desde la Gran Depresión", dijo el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, mientras en el Congreso se debate un nuevo plan de estímulo económico luego del megapaquete de 2,2 billones de dólares aprobado en marzo.
Otras encuestas publicadas el jueves mostraron señales preocupantes de la crisis económica, alimentando la especulación de que Estados Unidos enfrenta una recuperación larga y dolorosa.
La productividad en el primer trimestre de 2020, solo unas pocas semanas en las cuales varias regiones del país estaban bajo orden de cierre, cayó un 2,5% en comparación con el cuarto trimestre de 2019, resultado de una caída de la producción del 6,2% y un 3,8% de reducción en el número de horas trabajadas.
"Las esperanzas de una recuperación sostenida de la productividad se están desvaneciendo", señaló la consultora Oxford Economics en un análisis. 
La firma global de servicios de recolocación Challenger, Gray & Christmas dijo que los recortes de puestos de los empleadores con sede en Estados Unidos aumentaron en abril a 671.129, el número más alto desde que comenzaron a registrarse en enero de 1993.
"La naturaleza indefinida de esta pandemia, junto con el hecho de que estamos viendo datos económicos a nivel de recesión o incluso depresión, significa que la gran mayoría de estos trabajos no volverán pronto", dijo el vicepresidente senior de la firma, Andrew Challenger.

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