ESTOCOLMO.- El gasto militar mundial
experimentó en 2019 el mayor aumento desde hace diez años, según el
informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz (SIPRI).
A lo largo del año, los gastos militares
alcanzaron 1,9 billones de dólares (1,8 billones de euros) en el mundo,
es decir un incremento de 3,6% en un año, el más importante desde 2010.
"El gasto militar alcanzó su mayor nivel desde el final de la Guerra Fría", declara Nan Tian, investigador en SIPRI.
El
mayor presupuesto sigue siendo el de Estados Unidos, que aumentó un
5,3% en 2019, hasta 732.000 millones de dólares (el 38% del cómputo
mundial).
Le sigue China, con 261.000 millones de dólares (+5,1% en un año), e India, con 71.100 millones de dólares (+6,8%).
La
inversión militar de China ha seguido, en estos últimos 25 años, la
curva del crecimiento económico del país. Pero esta tendencia también
refleja la ambición del gigante asiático de tener un "ejército de clase
mundial", según Nan Tian.
"China ha declarado abiertamente que quería especialmente competir con Estados Unidos como superpotencia militar", precisa.
El avance chino también explica la evolución de India, señala el informe de SIPRI.
"Las
tensiones y la rivalidad de India con Pakistán y China son algunos de
los factores determinantes del aumento del gasto militar", según Siemon
Wezeman, otro investigador del instituto, citado en un comunicado.
Los
cinco países que más invierten, incluido Rusia y Arabia Saudita,
representan juntos más del 60% de los gastos militares totales.
Alemania, séptimo país
por detrás de Francia, registra por su parte el mayor avance de los 15
primeros de la lista, con un aumento del 10% en 2019 (49.300 millones de
dólares). Esto se debe, en parte, a la creciente percepción de una
posible amenaza rusa, según los autores del informe.
Aunque Nan
Tian sostiene que "el aumento de los gastos militares se aceleró estos
últimos años", advierte que la tendencia podría invertirse debido a la
pandemia del nuevo coronavirus que sacude la economía mundial.
El mundo se dirige a una posible recesión y los gobiernos
tendrán que reconsiderar el gasto militar frente sectores como los de la
salud y la educación.
"Es posible que esto tenga un efecto real en los gastos militares", declara.
Aunque
la historia muestra que una reducción del presupuesto militar en un
contexto de crisis nunca dura demasiado, explica el investigador.
"Podríamos ver una disminución de los gastos entre uno y tres años, y un nuevo aumento los años siguientes", detalla.
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