SAN FRANCISCO.- Las empresas serán la primera línea de defensa en la respuesta de
Estados Unidos al nuevo coronavirus. La Casa Blanca está minimizando la
enfermedad global, quizás para calmar a los mercados. Si hay un brote en
Estados Unidos, es posible que los directivos de las empresas tomen
medidas para minimizar los daños.
La insuficiente solicitud del
presidente Donald Trump de 2.500 millones de dólares para combatir el
Covid-19 es un reflejo de sus prioridades. La administración de Barack
Obama pidió al Congreso 6.000 millones de dólares para luchar contra el
brote de Ébola de 2014 y obtuvo 5.400 millones de dólares. Trump dijo el
miércoles que el riesgo para los estadounidenses es “muy bajo”, lo que
contradice una advertencia de los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades de que las comunidades estadounidenses deben
empezar a prepararse para la propagación de la enfermedad. También
anunció que ponía al vicepresidente Mike Pence a cargo de la respuesta
del Gobierno.
Es probable que una presidencia que combina una
excesiva atención a lo que hacen los mercados de valores con el hábito
de vaciar las agencias estatales esté mal preparada para una
pandemia. La Casa Blanca ha tomado medidas para reducir los presupuestos
de importantes organismos sanitarios entre un 10% y un 20% cada año. El
Congreso ha rechazado la mayoría de estas iniciativas. Sin embargo, la
mayoría del personal de salud global de los CDC fue despedido en 2019.
Un equipo similar en el Consejo de Seguridad Nacional fue disuelto en
2018.
Por ello, podría ser responsabilidad de las empresas ordenar el
cierre de fábricas y obligar a los empleados a trabajar desde casa para
detener la posible propagación. China ha tomado varias medidas de este
tipo a expensas del crecimiento del PIB, pero el habitual interés de
Trump por las cifras de crecimiento económico de Estados Unidos podría
poner obstáculos a la adopción de medidas de contención
decisivas. Moody’s Analytics dijo que el virus podría frenar la
expansión económica de Estados Unidos en 0,2 puntos porcentuales este
año y que era posible una recesión.
Los directivos de empresas ya
han sido los primeros en remangarse en el pasado. Mientras que el
salario mínimo federal se ha estancado, empresas como Bank of America y Amazon han decidido aumentar los sueldos.
Mientras que la administración Trump
se ha retirado del acuerdo climático de París, Microsoft y otras empresas se comprometieron a reducir su huella de carbono. El
coronavirus puede implicar que las empresas estadounidenses sacrifiquen
voluntariamente el crecimiento, o compartan la tecnología y el capital
de nuevas maneras para hacer frente a la propagación de la enfermedad y
tratar a los empleados afectados. Sería otro ejemplo de cómo las
empresas llenan el vacío dejado por el Estado.
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