domingo, 1 de marzo de 2020

Las empresas serán la primera línea de defensa contra el virus en EEUU

SAN FRANCISCO.- Las empresas serán la primera línea de defensa en la respuesta de Estados Unidos al nuevo coronavirus. La Casa Blanca está minimizando la enfermedad global, quizás para calmar a los mercados. Si hay un brote en Estados Unidos, es posible que los directivos de las empresas tomen medidas para minimizar los daños. 

La insuficiente solicitud del presidente Donald Trump de 2.500 millones de dólares para combatir el Covid-19 es un reflejo de sus prioridades. La administración de Barack Obama pidió al Congreso 6.000 millones de dólares para luchar contra el brote de Ébola de 2014 y obtuvo 5.400 millones de dólares. Trump dijo el miércoles que el riesgo para los estadounidenses es “muy bajo”, lo que contradice una advertencia de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de que las comunidades estadounidenses deben empezar a prepararse para la propagación de la enfermedad. También anunció que ponía al vicepresidente Mike Pence a cargo de la respuesta del Gobierno.
Es probable que una presidencia que combina una excesiva atención a lo que hacen los mercados de valores con el hábito de vaciar las agencias estatales esté mal preparada para una pandemia. La Casa Blanca ha tomado medidas para reducir los presupuestos de importantes organismos sanitarios entre un 10% y un 20% cada año. El Congreso ha rechazado la mayoría de estas iniciativas. Sin embargo, la mayoría del personal de salud global de los CDC fue despedido en 2019. Un equipo similar en el Consejo de Seguridad Nacional fue disuelto en 2018.  
Por ello, podría ser responsabilidad de las empresas ordenar el cierre de fábricas y obligar a los empleados a trabajar desde casa para detener la posible propagación. China ha tomado varias medidas de este tipo a expensas del crecimiento del PIB, pero el habitual interés de Trump por las cifras de crecimiento económico de Estados Unidos podría poner obstáculos a la adopción de medidas de contención decisivas. Moody’s Analytics dijo que el virus podría frenar la expansión económica de Estados Unidos en 0,2 puntos porcentuales este año y que era posible una recesión.
Los directivos de empresas ya han sido los primeros en remangarse en el pasado. Mientras que el salario mínimo federal se ha estancado, empresas como Bank of America y Amazon han decidido aumentar los sueldos. 
Mientras que la administración Trump se ha retirado del acuerdo climático de París, Microsoft y otras empresas se comprometieron a reducir su huella de carbono. El coronavirus puede implicar que las empresas estadounidenses sacrifiquen voluntariamente el crecimiento, o compartan la tecnología y el capital de nuevas maneras para hacer frente a la propagación de la enfermedad y tratar a los empleados afectados. Sería otro ejemplo de cómo las empresas llenan el vacío dejado por el Estado.

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