MADRID.- La actividad económica en España ha experimentado una severa
perturbación desde principios de marzo debido al brote del coronavirus y
a las medidas implementadas para mitigar su impacto, dijo el miércoles
el Banco de España.
Aunque el organismo presidido por Pablo Hernández De Cos no
cuantificó el impacto de la epidemia, dijo que la crisis del coronavirus
había alterado “drásticamente” la favorable dinámica de crecimiento
observada en los dos primeros meses del año, que fueron similares a la
tasa de crecimiento trimestral del 0,5% registrada en el cuarto
trimestre del año pasado.
“Caben pocas dudas acerca de la
severidad de la perturbación, que ha alterado de modo radical la
dinámica real y financiera de la economía española a partir de
principios de marzo”, dijo.
El banco central español añadió que
era complicado en este momento realizar previsiones para la economía a
corto plazo por el elevado nivel de incertidumbre sobre la duración de
la crisis sanitaria y la extensión de las medidas extraordinarias para
combatirla.
España lleva en estado de alarma y con su población
confinada desde el 14 de marzo, y es previsible que el Congreso de los
Diputados apruebe este miércoles prorrogarlo dos semanas más, hasta el
11 de abril.
El
país es el más afectado de Europa después de Italia y con 3.434 muertes
supera ya la cifra de fallecidos de China, donde se originó el brote a
finales del año pasado.
El Banco de España dijo que el estado de
alarma había paralizado completamente la actividad minorista con
contadas excepciones como el sector de alimentación, además de haber
prácticamente suspendido la actividad de hoteles y restaurantes (salvo
servicio a domicilio) y el sector de ocio.
Desde el punto de vista de la demanda, esto ha tenido un impacto muy pronunciado en el consumo de los hogares.
También
dijo que las interrupciones de la cadena de suministro a escala
nacional e internacional, y la fuerte disminución de la demanda, han
provocado cierres en algunas industrias, como fábricas de automóviles.
En
todo el país, las empresas han comenzado a despedir temporalmente a
miles de empleados para soportar la práctica paralización de la
actividad.
“No
existen todavía datos que evalúen el impacto negativo sobre el empleo,
pero, con mucha probabilidad, este está siendo muy significativo”.
El
Banco Central Español dijo que la información disponible sugiere que
las empresas están haciendo un uso intensivo de los expedientes de
regulación de empleo (ERE) de reducción de jornada y de suspensión
temporal, aunque confió en que la mayor parte de esta pérdida de puestos
de trabajo se recuperará si, “como cabe esperar, la naturaleza de la
perturbación es transitoria”.
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