miércoles, 25 de marzo de 2020

La Casa Blanca y el Senado pactan el mayor plan de rescate de la historia de EEUU

WASHINGTON.- La Casa Blanca y los senadores alcanzaron en las últimas horas un acuerdo de 2 billones de dólares para estimular la economía de Estados Unidos, gravemente afectada por la pandemia de coronavirus, que avanza con rapidez en el país, donde se contabilizan hasta el momento más de 54.000 contagiados y 775 muertos, informaron medios locales.

Se trata del mayor paquete de estímulo económico en la historia moderna de Estados Unidos, alcanzado tras largas negociaciones, según las mismas fuentes.
Según los términos del acuerdo, que ahora deberá ser aprobado por el Congreso, se prevé efectuar pagos directos y beneficios por desempleo a los ciudadanos, así como a los estados y a las empresas afectadas por la crisis de salud pública desatada por el Covid-19.
“Señoras y señores, hemos terminado”, dijo a los periodistas el director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Eric Ueland, poco antes de la 01.00 hora local (06.00 GMT), al salir de la oficina del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, tras unas negociaciones que se han prolongado desde el viernes pasado.
Los detalles completos del acuerdo aún no se han difundido, aunque según han publicado diversos medios en los últimos días unos 250.000 millones se reservarán para pagos directos a individuos y familias, 350.000 millones en préstamos para pequeñas empresas, otros 250.000 millones en beneficios de seguro de desempleo y 500.000 millones en préstamos para empresas en dificultades.
El plan supone una inyección masiva de ayuda financiera a una economía en dificultades, afectada por la pérdida de empleos, con disposiciones para ayudar tato a los trabajadores y familias estadounidenses afectados, como a las pequeñas empresas y las principales industrias, incluidas las aerolíneas.
El principal asesor económico del presidente Donald Trump, Larry Kudlow, calificó el paquete como el programa de ayudas “más grande en la historia de los Estados Unidos” en una sesión informativa de la Casa Blanca el martes, según la cadena de televisión CNN.
“Esta legislación se necesita con urgencia para impulsar la economía, proporcionar inyecciones de efectivo y liquidez y estabilizar los mercados financieros para ayudarnos a atravesar un período difícil y desafiante en la economía que enfrentamos en este momento”, aseguró Kudlow.
El acuerdo llega tras dos días consecutivos de reveses, por la oposición demócrata a un proyecto de ley inicialmente elaborado por los republicanos del Senado, aunque, según los principales negociadores, muchos de los problemas se habían resuelto, indicó el mismo canal televisivo.

Una nueva oportunidad 
para la renta universal

Era hasta hace poco desechada en el país epítome del capitalismo. Pero a medida que el coronavirus asesta un duro golpe a la economía de Estados Unidos, la idea de pagarle a cada habitante un ingreso básico recibe una atención renovada.
Denunciada como muy costosa o muy "socialista", pagarle a las personas simplemente por estar vivas y confiando en que serán productivas gana nuevos acólitos a medida que las empresas cierran y el desempleo se dispara.
El paquete de rescate acordado en el Congreso de Estados Unidos para compensar el golpe gigantesco infligido por la pandemia de coronavirus en la economía incluye cheques de 1.000 dólares por adulto y 500 por niño para los hogares más desfavorecidos.
Representaría un paso en la dirección del "ingreso básico universal".
El exaspirante presidencial demócrata Andrew Yang impulsó la idea durante su campaña, para verla derribada por sus oponentes y expertos económicos como idealista e imposible de financiar.
Pero ahora, mientras cada vez más estadounidenses se recluyen en sus casas y la economía se asoma a una recesión, incluso conservadores como el excandidato presidencial republicano y senador Mitt Romney defienden la idea.
La ciudad de Stockton, en el norte de California, es un laboratorio del ingreso básico universal.
En el último año, 125 residentes de las comunidades más desfavorecidas reciben 500 dólares al mes, en el marco de un programa para determinar si ese dinero ayuda a aliviar la pobreza.
Stockton está en una región dominada por la agricultura, y la ciudad quedó tan devastada por la crisis financiera de 2008 que se declaró en quiebra.
Según resultados preliminares, los participantes del experimento gastan alrededor de un 40% del dinero en comida.
"Este dinero me dio un poco de paz", dice Lorrine Paradela, que cría sola a sus dos hijos.
Recuerda llegar a casa luego de trabajar en dos empleos aún preocupada por llenar la nevera, pagar facturas y con una incesante presión para ganar más dinero.
"A veces, compraba comida solo para mis hijos, no para mí", dijo.
Con el programa pudo abandonar su segundo empleo y obtuvo un préstamo para comprar un auto.
"Es una gran ayuda".
El programa está mostrando que un pequeño impulso en el ingreso puede tener una diferencia tremenda para personas que viven con presupuestos apretados, según el alcalde de Stockton, Michael Tubbs.
"Pienso que a la larga, veremos efectos positivos en términos de personas viviendo más y más felices, menos enfermos, más productivos y más capaces de hacer todo lo necesario para que la sociedad prospere", dijo Tubbs.
El programa en Stockton está respaldado por el Economic Security Program, creado por Chris Hughes, cofundador de Facebook.
Su objetivo: acabar con la pobreza y reconstruir la clase media, principalmente a través de mensualidades a los hogares con ingresos menores a 50.000 dólares anuales.
Antes del coronavirus, otro temor acechaba la economía e inspiraba ideas revolucionarias.
En los próximos 12 años, uno de cada tres trabajadores estadounidenses podría perder su empleo por la automatización, argumentó Yang en su campaña.
"Para evitar una crisis sin precedentes, tendremos que conseguir una solución nueva, como nada de lo que hemos hecho antes", señaló.
Su receta empezó con un ingreso básico universal "sin condiciones" para todos los estadounidenses adultos.
Yang dijo recientemente a la radio NPR que el previsible impacto económico de la pandemia del coronavirus ha hecho que muchos políticos y analistas reconsideren su oposición al ingreso universal.
"Ha completamente trastocado y transcendido las diferencias partidistas. Los republicanos apoyan con entusiasmo dar dinero en efectivo a los estadounidenses", añadió.
"Francamente es la única opción para evitar que nuestra economía colapse hacia una nueva Gran Depresión" como en los años 30, afirmó.
¿Pero cómo financiar un plan continuo de ayuda a las familias?
Para sus impulsores, los fondos públicos deberán ser mejor distribuidos y la tendencia de dar concesiones impositivas a los ricos deberá retroceder.
"No siempre he sido un fanático del ingreso universal", dijo Edward Alden, del Council on Foreign Relations.
"Pero su irresistible virtud es su simplicidad. Provee dinero a personas necesitadas y a la economía en general, más rápidamente que cualquier otra alternativa".

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