SIDNEY.- Las autoridades australianas aprovecharon mejores condiciones
meteorológicas el lunes para reabrir caminos bloqueados por incendios
forestales y llevar a algunas personas a zonas seguras, aunque el denso
humo dificultó los esfuerzos de rescate y cientos de personas
permanecieron varadas.
Los incendios han consumido más de ocho
millones de hectáreas de tierra en el país, un área casi del tamaño de
Austria, causando la muerte de 25 personas, destruyendo miles de
edificaciones y dejando a pueblos sin electricidad ni cobertura de
telefonía móvil.
La policía confirmó el lunes la
muerte de un hombre de 71 años, quien había sido reportado desaparecido
el 31 de diciembre, en la costa sur del estado de Nueva Gales del Sur
(NSW, por su sigla en inglés).
Un segundo día de leves lluvias y
vientos frescos mitigó parcialmente los incendios avivados por el calor
que consumieron parte de dos estados durante el fin de semana, pero las
autoridades advirtieron que esperan que el tiempo peligroso retorne esta
semana.
El jefe de gobierno del estado de Victoria, Daniel
Andrews, dijo que unas 400 personas fueron rescatadas por aire en
Mallacoota, un pequeño pueblo vacacional en la costa.
“Teníamos un plan para rescatar a otras 300 hoy. Lamentablemente el humo implica que eso no es posible”, afirmó.
El
primer ministro Scott Morrison, quien ha sido criticado por lo que sus
opositores llaman el fracaso del gobierno a la hora de abordar el cambio
climático, anunció la inyección de 2.000 millones de dólares
australianos (1.400 millones de dólares) en dos años para la
recientemente creada Agencia Nacional de Recuperación de Incendios
Forestales.
La temporada de incendios comenzó antes de lo normal
este año, luego de tres años de sequía que dejaron secos gran parte de
los matorrales en zonas rurales.
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