CARACAS.- El viceprimer ministro ruso, Yuri Borisov, viajó a Caracas el sábado
para ratificar el apoyo de Moscú al presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, un acercamiento que le ha permitido mantenerse en el poder a
pesar de la intensa presión occidental para que renuncie.
Moscú ha actuado como prestamista de última hora en la administración
de izquierdas de Venezuela, con el Gobierno y el gigante petrolero
Rosneft proporcionando al menos 17.000 millones de dólares en préstamos y
líneas de crédito desde el 2006.
Con docenas de países
occidentales y latinoamericanas que consideran a Maduro como ilegítimo,
tras acusarlo de manipular una elección en 2018, el apoyo de Rusia y
China ha sido crucial.
Al presidir una reunión de la comisión
intergubernamental ruso-venezolana en Caracas con Borisov, el
vicepresidente sectorial de Economía de Venezuela y ministro, Tareck El
Aissami, agradeció a Moscú por facilitar los envíos de petróleo a pesar
de las sanciones de Estados Unidos.
“La relación entre Rusia y
Venezuela se encuentra en el mejor momento (...) y hemos venido
demostrando que en medio de las dificultades podemos avanzar juntos, en
medio de una eficiente coordinación política, diplomática que hemos
desarrollado ambos gobiernos frente al asedio y a la agresión imperial
de la cual Rusia también ha sido víctima”, dijo.
Borisov reiteró el apoyo a Maduro, a pesar de que muchas otras
naciones lo consideran un autócrata y han reconocido al líder opositor
Juan Guaidó como presidente de Venezuela.
El aumento del comercio
bilateral “es una demostración de que el Gobierno del presidente
Nicolás Maduro es legítimo”, dijo Borisov, citado por los medios
estatales venezolanos.
Más tarde el sábado, Borisov y su equipo
se reunieron con Maduro, según una retransmisión del canal estatal de
televisión de Venezuela.
Maduro y el presidente ruso, Vladimir
Putin, discutieron brevemente las obligaciones de deuda de Caracas con
Rusia durante una visita del líder venezolano a Moscú el mes pasado.
La
reunión entre Maduro y el funcionario ruso se realizó días después de
que el primer ministro ruso, Dmitry Medvedec, visitara Cuba, un aliado
de Venezuela.
Medvedec dijo que Moscú encontraría formas de ayudar a Cuba a
asegurar el suministro de petróleo y productos derivados del petróleo.
Una
flotilla de envíos desde Venezuela dio un respiro a Cuba esta semana.
Pero parece poco probable que el apoyo de dos de sus aliados más
cercanos resuelva los apremiantes fallas de combustible de Cuba, que ha
llevado al gobierno de la isla a extender las medidas de ahorro de
energía que iniciaron en septiembre.
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