BRUSELAS.- Los intentos de Francia y Alemania de poner fin al conflicto en el
este de Ucrania podrían aumentar las tensiones en la Unión Europa, ya de
por si en ascenso, sobre cómo lidiar con Rusia, pudiendo complicar los
esfuerzos de paz.
Los avances en las negociaciones entre los
enviados rusos y ucranianos han generado la esperanza de que se convoque
la primera cumbre internacional en tres años para poner fin a los
combates entre los separatistas pro-rusos y las fuerzas gubernamentales
ucranianas.
Pero algunos Estados Miembros de la UE, aunque acogen con
satisfacción la celebración de una cumbre en la que participarán
Francia, Alemania, Ucrania y Rusia, están preocupados por el creciente
rumor de que la UE podría levantar parcialmente las sanciones impuestas a
Moscú desde el 2014, cuando arrebató Crimea a Ucrania.
Las
divisiones dentro de la UE sobre cómo tratar con Moscú han ido creciendo
en los últimos meses, principalmente en relación a la apertura al
Kremlin, liderada por París.
Los comentarios hechos por el
presidente francés Emmanuel Macron han disgustado especialmente a los
Gobiernos de los países de la UE que alguna vez fueron estados satélites
o repúblicas soviéticas. Alarmados por lo que consideran una política
exterior rusa cada vez más agresiva, rechazan cualquier intento de
apaciguamiento.
“¿Vamos a recompensar a Rusia por no haber hecho nada grotesco en los últimos meses?”, preguntó un diplomático de la UE.
En
las reuniones, cartas y discursos de la UE, las divisiones sobre Rusia,
que antes estaban bajo control, están resurgiendo, dijeron los
diplomáticos.
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