BUENOS AIRES.- El sector agrícola argentino resiste contracción crediticia. Las altísimas tasas de interés y el riesgo del país no son barreras para los préstamos a empresas agropecuarias argentinas.
La
exportadora de cítricos San Miguel obtuvo un préstamo a nueve años por 100 millones de dólares la semana pasada, con miras a expandirse en el
extranjero. Casi la mitad del dinero provino del banco holandés de
agronegocios Cooperatieve Rabobank UA.
San Miguel pagará menos de la
mitad del rendimiento del 12,5 por ciento que pueden obtener hoy los
operadores por un bono de la provincia de Buenos Aires con vencimiento
en 2027, afirma el director financiero, Patricio Aguirre Saravia.
"Nos
centramos en el riesgo del sector", afirmó por teléfono Rafael Bonasso,
representante legal de Rabobank en Argentina. "Y la agroindustria
argentina es altamente competitiva a nivel mundial".
De
este modo, mientras el presidente Mauricio Macri enfrenta una crisis
fiscal cuya consecuencia ha sido la devaluación del peso a la mitad
durante este año, los préstamos de Rabobank en Argentina se han
mantenido firmes, con un crecimiento de alrededor del 18 por ciento
desde 2015.
Se
proyecta que los productores alcancen una cosecha récord de trigo en
las próximas semanas, y que la cosecha de soja del próximo año consolide
la posición del país como el mayor exportador de harina y aceite de
este cereal. Más siembras implican más necesidades de financiamiento
para las compañías, afirmó Bonasso.
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