NUEVA YORK.- La ONU dijo este jueves lamentar la retirada de Austria del Pacto Mundial para la Migración
anunciada ayer por el gobierno del país, que argumenta que el acuerdo
puede sentar la base para que sea considerado como un derecho humano.
"El
problema de la migración creo que es claramente un problema que sólo se
puede solucionar a través de la cooperación internacional, y eso es
exactamente lo que hace el Pacto para la Migración", afirmó hoy en una
rueda de prensa Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de
la ONU, António Guterres.
"Es
desafortunado haber visto la salida de Austria, así como la de otros
países", dijo Dujarric en referencia a la misma decisión que tomaron
anteriormente Estados Unidos y Hungría.
El
portavoz de Guterres subrayó que la migración va a seguir sucediendo,
con o sin el acuerdo migratorio, y apuntó que la mejor manera de lidiar
con ella es hacerlo de forma organizada.
"Se
trata de gestionar los movimientos en masa de la gente, quitarle el
control a los cárteles criminales, que son los que manejan esas
políticas ahora mismo, y dárselo a los estados miembro", añadió
Dujarric.
Esta es una manera, apuntó, de que se garantice que se respetan los derechos humanos de los refugiados y los migrantes, y que se lleve a cabo de forma que pueda beneficiar a todos.
Recordó además que el Pacto Mundial para la Migración no es vinculante y que respeta la soberanía de cada país firmante en el control de sus fronteras.
Las
declaraciones del representante de Guterres se producen un día después
de que el canciller federal de Austria, Sebastian Kurz, anunciara que se
retira acuerdo, que se alcanzó en julio pasado.
"Hay
algunos puntos que vemos de manera crítica y donde tememos una amenaza a
nuestra soberanía nacional", subrayó Kurz este miércoles poco antes de
iniciarse una reunión del Gobierno, integrado por su Partido Popular
(ÖVP) y el ultranacionalista Partido Liberal (ÖVP) del vicecanciller,
Heinz-Christian Strache.
Entre
sus críticas al documento de Naciones Unidas, se refirió a pasajes que
podrían limitar las actividades de las fuerzas de seguridad para
deportar a inmigrantes.
Por su
parte, Strache resaltó que "algunos contenidos (del acuerdo) son
completamente contrarios" a las posiciones del FPÖ y del acuerdo de
coalición del Gobierno, surgido de las elecciones de octubre de 2017
tras una campaña xenófoba centrada en la lucha contra la inmigración.
"La migración no es ni puede ser un derecho humano", sentenció el político ultranacionalista.
"No
puede darse el caso de que no haya diferenciación entre los flujos
migratorios legales e ilegales", insistió el vicecanciller.
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