sábado, 15 de septiembre de 2018

Diez años después, millones de estadounidenses siguen atrapados en sus hipotecas

NUEVA YORK,. A 30 de junio, casi uno de cada 10 hogares estadounidenses con hipotecas estaban “seriamente” en patrimonio neto negativo, según ATTOM Data Solutions, con sede en Irvine, California, lo que significa que el valor de sus viviendas a precios de mercado era al menos un 25 por ciento más bajo que lo que les queda de hipoteca. 

Es una mejora con respecto a 2012, cuando los precios medios tocaron fondo y los inmuebles con patrimonio neto negativo llegaron al 29 por ciento (12,8 millones de hogares). Aun así, es el doble de la tasa considerada saludable por los analistas inmobiliarios.
“Estos son los mercados inmobiliarios que la recuperación olvidó”, dijo Daren Blomquist, vicepresidente de ATTOM.
La secuelas persistentes de la crisis son profundas. Pero han afectado mucho más en ciudades de extrarradio de la mitad este de los Estados Unidos, según un análisis de Reuters de los datos por condados.
Entre las zonas más afectadas se encuentran ciudades dormitorio en las regiones del Medio Oeste, la región del Atlántico Medio y el Sudeste, donde las rentas y el crecimiento del empleo han sido más débiles que la media nacional. 
A 30 de junio, casi uno de cada 10 hogares estadounidenses con hipotecas estaban “seriamente” en patrimonio neto negativo, según ATTOM Data Solutions, con sede en Irvine, California, lo que significa que el valor de sus viviendas a precios de mercado era al menos un 25 por ciento más bajo que lo que les queda de hipoteca.
Es una mejora con respecto a 2012, cuando los precios medios tocaron fondo y los inmuebles con patrimonio neto negativo llegaron al 29 por ciento (12,8 millones de hogares). Aun así, es el doble de la tasa considerada saludable por los analistas inmobiliarios.
“Estos son los mercados inmobiliarios que la recuperación olvidó”, dijo Daren Blomquist, vicepresidente de ATTOM.
La secuelas persistentes de la crisis son profundas. Pero han afectado mucho más en ciudades de extrarradio de la mitad este de los Estados Unidos, según un análisis de Reuters de los datos por condados. Entre las zonas más afectadas se encuentran ciudades dormitorio en las regiones del Medio Oeste, la región del Atlántico Medio y el Sudeste, donde las rentas y el crecimiento del empleo han sido más débiles que la media nacional. 
Las promociones en comunidades periféricas suelen sufrir más en las recesiones. Pero en esta ocasión ha sido aún más duro, según los analistas, porque las subidas en el precio de la vivienda fueron desmesuradas, y las economías de muchas de estas áreas metropolitanas del Medio Oeste y el Este han quedado rezagadas respecto de las áreas más vibrantes del país.
“Los mercados que se recuperaron con fuerza son los mercados costeros”, dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics. Según explica, las restricciones de oferta de suelo y las ventas a compradores internacionales han contribuido a mantener la demanda en esas zonas. “En el medio del país, tienes economías más planas. No hay restricciones de oferta. Todas estas cosas han pesado sobre los precios”.
Además de los extrarradios, las urbanizaciones de militares mostraron altas concentraciones de viviendas con patrimonio negativo, según el análisis de Reuters. Cinco de los 10 principales condados en dicha situación se encuentran cerca de bases militares y cuentan con grandes poblaciones de soldados en servicio y veteranos.
Muchas de estas familias obtuvieron financiación a través del Departamento de Asuntos de Veteranos de EEUU. Este organismo facilita que los militares obtengan hipotecas, pero hace todo lo posible para evitar la morosidad. Es una de las principales razones por la que muchos militares endeudados se han aferrado a sus hogares con patrimonio negativo aun cuando millones de civiles las dejaron.
Un historial crediticio deficiente puede amenazar la autorización de seguridad (permiso otorgado para acceder a información clasificada o áreas restringidas) de un soldado. Y aquellos que entran en impago nunca recibirán otro préstamo a través del organismo.
En cualquier caso, las decisiones son muy dolorosas entre los atrapados con hipotecas más altas que el valor de sus viviendas. Vender a precios actuales significaría asumir grandes pérdidas y tener que desembolsar efectivo para cubrir la deuda hipotecaria. Con el alquiler de estas propiedades a menudo no se cubren los costes mensuales de la deuda. Por último, declararse insolventes supone arruinar la puntuación crediticia para muchos años.  
Los precios parecían atractivos para los que habían comprobado los elevados precios en las grandes urbes. Pero los recién llegados no comprendieron lo irracionales que se habían vuelto las cosas: en el punto más alto, los precios de algunas viviendas aumentaron en más del 25 por ciento en cuestión de meses.
Hoy en día, casas que una vez superaron los 300.000 dólares ahora se venden por tan solo 72.000. Pero incluso a esos precios, hay casas vacías que no encuentran comprador en el mercado. Cuando desapareció el crédito fácil, también se esfumaron un gran grupo de posibles compradores.

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