sábado, 15 de septiembre de 2018

Las inundaciones amenazan la costa este de EEUU tras el paso de 'Florence'

MIAMI.- La tormenta tropical Florence se cobró una sexta muerte en su paso por la costa atlántica de Estados Unidos, donde las fuertes precipitaciones mantienen elevado este sábado el riesgo de inundaciones "catastróficas".

El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, confirmó este sábado la muerte de cinco personas relacionadas con Florence, y dijo que "varias más" están bajo investigación.
Esa cifra incluye a una mujer y su bebé, que fallecieron el viernes al caer un árbol sobre su casa en Carolina del Norte, uno de los estados más golpeados por la tormenta junto a Carolina del Sur, donde se registró una sexta muerte.
Florence todavía "descarga cantidades épicas" de lluvia, aunque ha perdido fuerza, dijo Cooper, quien desalentó a aquellos que intentaban regresar el sábado a sus hogares conduciendo por carreteras inundadas armados con motosierras para despejar los pinos caídos que las cubrían.
"Todos los caminos en el estado en este momento están en riesgo de inundaciones", dijo.
La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) movilizó a 1.200 personas para las operaciones de búsqueda y rescate. El Ejército de Estados Unidos y voluntarios de todo el país, como la "Cajun Navy" de Luisiana, también ayudan en las tareas.
Las ráfagas de viento causaron daños severos, arrancando árboles y postes de luz. Más de 800.000 hogares no tenían electricidad el sábado por la mañana, según los Servicios de Administración de Emergencias de Carolina del Norte.
Florence golpeó la costa este de Estados Unidos el viernes como un huracán categoría 1 pero desde entonces se ha debilitado a tormenta tropical.
El sábado avanzaba a 6 km/h hacia el interior, con vientos sostenidos de 75 km/h, en la frontera de Carolina del Norte y Carolina del Sur, cerca de la costa este de Estados Unidos, según el boletín de las 14:00 (18:00 GMT), difundido por el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Se espera que se convierta en una "depresión tropical" antes del domingo.
Los meteorólogos prevén que en Carolina del Norte la acumulación de agua de las lluvias alcancen los 25 centímetros tierras adentro, y un metro en algunas áreas costeras.
Según Steve Goldstein, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), algunas áreas ya recibieron unos 60 centímetros de lluvia y podrían esperar medio metro más.
Además, el NHC no descartó tornados: "Algunos tornados son posibles en el sureste de Carolina del Norte y el noreste de Carolina del Sur".
La Casa Blanca anunció que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, visitará "a principios o mediados de la próxima semana" las áreas afectadas.
En Carolina del Norte, algunas carreteras principales estaban despejadas de los árboles y ramas caídas por el paso de Florence el día anterior, pero el aumento de las aguas aún era una amenaza para la zona.
Desde la autopista 40, una ruta usada al principio de semana por la población para abandonar la región ante la amenaza de la tormenta, se podía ver un paisaje pantanoso entre los árboles que la bordean.
Parte de la ciudad de New Bern, de cerca de 30.000 habitantes, ha estado inundada desde el viernes, lo que provocó que cientos de residentes se quedaran atrapados. Esa ciudad turística se encuentra en la confluencia de los ríos Neuse y Trent, cerca de un estuario.
"Hay 4.200 viviendas dañadas, no todas inundadas", informó el sábado el alcalde de la ciudad, Dana Outlaw. "Hasta ahora hemos rescatado a más de 400 personas y cientos más están esperando ayuda", agregó en el canal de televisión CNN.
Las autoridades también dieron lugar a una buena noticia, al informar que 16 ponis salvajes de la isla de Ocracoke, ubicada frente a la costa de Carolina del Norte, estaban a salvo.
El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, anunció el sábado que una mujer de 61 años murió cuando su auto chocó contra un árbol derribado en una carretera.
Las autoridades de Carolina del Norte informaron una muerte en el condado de Pender cuando árboles caídos impidieron que las unidades de emergencia llegaran a una mujer con una condición médica. La prensa local dijo que sufrió un ataque al corazón.
Los medios estadounidenses dijeron luego que un hombre en el condado de Lenoir murió luego de que los fuertes vientos lo derribaran mientras trataba de controlar a sus perros.


Varios muertos y cientos atrapados


La tormenta Florence desplegaba su furia en la costa atlántica de Estados Unidos, con fuertes vientos y lluvias torrenciales que dejaban varios muertos y "catastróficas" inundaciones con cientos de personas atrapadas que equipos de rescate buscaban socorrer.
Las autoridades confirmaron al menos cuatro muertos, entre ellos una mujer y su bebé, que fallecieron al caer un árbol sobre su casa en Carolina del Norte, uno de los estados más golpeados por la tormenta junto a Carolina del Sur.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) indicó en su boletín de las 09:00 GMT que "Florence se debilita lentamente a medida que entra en el este de Carolina del Sur pero causando inundaciones catastróficas en Carolina del Norte y del Sur".
"Esperamos varios días más de lluvia", dijo en tanto el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper. Precipitaciones de esta intensidad ocurren "una vez cada mil años", agregó, pronosticando más inundaciones por el desborde de ríos la próxima semana.
En confluencia de los ríos Neuse y Trent, con una crecida mayor a tres metros, la ciudad turística de New Bern, de unos 30.000 habitantes, sufrió inundaciones súbitas que dejaron atrapadas a centenares de personas.
"En unos pocos segundos, el agua subió hasta la cintura, ahora está a la altura del hombro", contó a CNN Peggy Perry, que debió refugiarse con tres familiares en la parte más alta de su casa.
"Los equipos de rescate ayudaron a centenares de personas en New Bern. Los recatistas hacen todo lo posible para brindar asistencia a aquellos que lo necesitan, dijo el gobernador.
En tanto, muchas de las zonas inundadas "son peligrosas para nuestros socorristas", dijo Jeff Byard, responsable de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), que movilizó a 1.200 personas para las operaciones de búsqueda y rescate.
Asimismo, se desplegaron rescatistas voluntarios, como los de la organización Cajun Navy, que vinieron desde el sureño estado de Luisiana.
Se prevé que Florence arroje 68 billones de litros de lluvia en una semana en Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia, Georgia, Tennessee, Kentucky y Maryland, según el meteorólogo Ryan Maue, de weathermodels.com.
Cooper dijo que había habido tres muertes vinculadas a la tormenta y varias otras estaban siendo investigadas. Además de la madre y su bebé, una persona murió mientras encendía un generador.
Una mujer falleció también cuando árboles caídos impidieron que una ambulancia la auxiliara supuestamente por un ataque cardiaco. Según medios estadounidenses, una quinta muerte pudo haber ocurrido cuando un hombre intentó conectar dos cables bajo la lluvia.
En varias localidades de la costa atlántica se implantó un toque de queda para evitar saqueos.
"La tormenta está causando estragos", dijo Cooper.
Unos 800.000 abonados estaban sin electricidad en Carolina del Norte, que tiene una población de 10 millones. Unas 21.000 personas estaban refugiadas en 157 albergues.
"Nos enfrentamos a múltiples amenazas. Estamos profundamente preocupados por comunidades enteras que podrían ser barridas", agregó.
En Wilmington, se sintieron varias detonaciones, posiblemente por la explosión de transformadores eléctricos. La fuerza del viento rompió ventanas y arrancó árboles de raíz y muchas calles permanecían bloqueadas por troncos y ramas.
Más de 100 km al sur, el famoso balneario de Myrtle Beach en Carolina del Sur era un pueblo fantasma al mediodía, cuando Florece mostró su fuerza con una cortina de lluvia sobre el océano acompañada de rayos.
"Da miedo pero es hermoso", dijo Scott Brauer, un jubilado de 71 años que estaba caminando cerca del mar poco antes de la llegada de la tormenta.
El presidente Donald Trump visitará las áreas afectadas "de principios a mediados de la próxima semana" cuando se determine que su viaje no interrumpirá las labores de rescate, anunció la Casa Blanca.
"Desafortunadamente, Florence está haciendo exactamente lo que se predijo", dijo el director de FEMA, Brock Long.
"La parte más devastadora es la marejada ciclónica y debido a la expansión del campo de viento y la desaceleración en la velocidad, estamos viendo una gran cantidad de inundaciones", agregó.
Unos 1,7 millones de personas fueron llamados a abandonar las zonas de riesgo, la mayoría desde el martes.
Algunos, como Victor Shamah, dueño del histórico bar The Bowery en Myrtle Beach, donde nació la banda Alabama, prefirieron quedarse a enfrentar a Florence.
"The Bowery es parte de mí", aseguró a la AFP, incapaz de abandonar un lugar tan lleno de recuerdos, como las 21 copias de los discos de oro que ganó Alabama, dedicados al bar, además de una guitarra de su "Farewell Tour", la última gira de la banda en 2003.
Cinco estados costeros, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Maryland y Virginia, así como la capital federal Washington DC, fueron declarados en estado de emergencia.

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