BUENOS AIRES.- Al cumplir 100 días de gobierno,
el presidente de Argentina, Mauricio Macri, ratificó que bajará la
inflación en el segundo semestre de 2016 y admitió haber cometido
errores en el inicio de su gestión, que atribuyó a la urgencia por
resolver, en entrevistas publicadas en tres diarios este domingo.
"En
el segundo semestre va a bajar la inflación drásticamente. Siento que
hay un primer paso hacia la felicidad y es que bajó la tensión" en el
país, aseguró el mandatario.
La inflación, que superó el 8% en el
primer bimestre del año, es la mayor preocupación de los argentinos,
según sondeos divulgados el sábado, por delante de la inseguridad y el
desempleo que trepó al tercer puesto.
El gobierno espera cerrar
2016 con una inflación entre 20 y 25%, pero consultoras privadas prevén
que ello será difícil y que superaría el 30%.
El presidente dijo
tener "confianza en que lo vamos a lograr (llegar a fin de año con un
índice de inflación inferior a 25%). Igual lo más importante es que en
el segundo semestre se va a reflejar una baja contundente que va a
preparar la tendencia de 2017", amplió en el diario Clarín.
Afirmó
que los ajustes de tarifas de servicios públicos, ya aplicados en la
energía eléctrica y que también afectará el suministro de gas y el
transporte "se terminará en el primer semestre" por lo que "los
reacomodamientos ya no van a estar en el segundo y esto va a permitir
aterrizar".
"El principal responsable de que exista inflación es
el Gobierno porque gasta más de lo que puede y lo que debe. Hay que ir
ajustando el gasto a lo que la gente paga de impuestos", sostuvo Macri,
quien insistió que en el último año de gobierno de Cristina Kirchner
(2007/2015) "hubo un descontrol del gasto público que fue grotesco".
Tras
ganar el balotaje presidencial con 51%, el líder de la alianza de
centroderecha Cambiemos, de 57 años, mantiene un alto porcentaje (69%)
de aprobación a su gestión y una imagen positiva de 62%, de acuerdo a un
sondeo de la consultora Poliarquía, pese a que el 43% de los argentinos
califica la situación actual del país de regular y 30% de negativa.
Macri
reconoció como un "error de base importante" en el inicio de su gestión
la decisión de tomar medidas por decreto sin convocar al Congreso, que
estaba en receso estival y de mayoría opositora pero fragmentada.
Así
fue con la designación de dos jueces para completar la Corte Suprema de
Justicia, medida de la que tuvo que dar marcha atrás y ahora atraviesan
el proceso de aprobación en el Senado.
"Al principio, tal vez
espasmódicamente, teníamos el impulso de querer ir más rápido y
salteamos la necesidad del diálogo y del convencimiento general",
reconoció, pero estimó que "sirvió para que la gente comprendiera que
somos un gobierno que va a tomar decisiones".
Reclamó celeridad al
Poder Judicial y se comprometió a dejar actuar a la justicia en
eventuales casos de corrupción que puedan involucrar a integrantes de su
gobierno.
"Yo pido celeridad, independencia. No voy a andar obstaculizando, acusándolos de destituyentes", afirmó.
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