domingo, 25 de octubre de 2015

Europa emprenderá “acciones operativas” para contener la crisis / Antonio Sánchez-Gijón *

El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, convocó a los líderes europeos a una reunión extraordinaria, hoy domingo, para tratar de la crisis de los refugiados. La convocatoria pide acciones operativas inmediatas. Casi coincidiendo con este anuncio se supo que los combates en las ciudades sirias de Aleppo, Homs y Hama han obligado a huir a miles de personas más. Son setenta mil, según el director del Servicio de Socorro Médico sirio, e informa un corresponsal de la BBC. Y van once millones de desplazados, de los que cuatro millones son refugiados, la mayoría en los países vecinos a Siria.
Siguen lle­gado a Europa de­cenas de mi­les, sin que la ma­yoría de los cientos de miles que han lle­gado este año hayan en­con­trado aco­gida re­gular o asen­ta­miento per­ma­nente, por no ha­blar de la re­gu­la­ri­za­ción de su es­tatus como re­fu­gia­dos, del que sólo se be­ne­fi­cian hasta ahora unos cuantos mi­lla­res. La Unión está re­ba­sada por esta cri­sis, no sólo por la lle­gada de per­sonas llenas de ne­ce­si­da­des, sino por la inope­rancia del ac­tual sis­tema legal para la aco­gida de re­fu­gia­dos, así como por la falta de au­to­ridad para re­gular su trán­sito entre las fron­teras na­cio­na­les. Según la Organización Internacional de Migraciones, hasta oc­tubre de este año han lle­gado a Europa 650.000 mi­gran­tes, mien­tras que en 2014 fueron 280.000.

El des­pla­za­miento in­con­tro­lado de re­fu­gia­dos, con los que se en­tre­mez­clan emi­grantes la­bo­ra­les, pro­voca fuertes re­ti­cen­cias de las opi­niones pú­blicas eu­ro­peas, pero tam­bién son oca­sión para nu­me­rosas mues­tras de ge­ne­ro­sidad y vo­luntad de aco­gida por co­lec­ti­vi­dades y fa­mi­lias, a lo largo y ancho de toda Europa.

No toda pre­cau­ción está in­jus­ti­fi­cada

Algunas de las re­ti­cen­cias, sin em­bargo, no ca­recen de fun­da­mento, ni están ba­sadas en pre­jui­cios. El car­denal Cañizares, ar­zo­bispo de Valencia, ex­presó hace pocos días su preo­cu­pa­ción por la po­sible lle­gada entre los re­fu­giados de per­sonas que “no son trigo lim­pio”. Esta no muy pre­cisa ad­ver­tencia es­can­da­lizó a fuerzas po­lí­ticas de iz­quierda, como muestra de xe­no­fo­bia. Sin em­bargo, al car­denal Cañizares hay que su­po­nerle que dis­pone de in­for­ma­ción di­recta de, por lo me­nos, los re­fu­giados cris­tianos pro­ce­dentes de Siria e Iraq, donde su con­fe­sión es ob­jeto de per­se­cu­ción, eje­cu­cio­nes, es­cla­vi­za­ción y, en el más be­nigno de los ca­sos, des­tie­rro. Las se­cu­lares co­mu­ni­dades cris­tianas de Oriente Medio están ac­tual­mente en vías de ex­tin­ción por huida y muerte.

También es co­no­cida la ex­tensa red de cap­ta­ción de vo­lun­ta­rios eu­ro­peos de re­li­gión mu­sul­mana, mon­tada por el lla­mado Estado Islámico (EI), y se co­noce la vuelta de cen­te­nares de ellos a sus países eu­ro­peos de ori­gen, aunque no se pueda estar se­guro de que a su re­greso todos han sido de­tec­tados por los ser­vi­cios se­cre­tos.

Sin em­bargo, las sos­pe­chas de que los re­tor­nados a Europa desde el EI puedan tener sus miras puestas en rea­lizar actos te­rro­ristas no están ava­ladas por pruebas ob­je­tivas de que, en este mo­mento, obe­dezcan a un plan de­li­be­rado. Aunque ha ha­bido casos de pre­pa­ra­ción de aten­tados por los re­tor­nados a Bélgica, Kosovo y otros paí­ses, des­cu­biertos por la po­li­cía, se­gu­ra­mente Europa no es en estos mo­mentos un ob­je­tivo prio­ri­tario del EI. El ca­li­fato debe con­cen­trar sus re­cursos para re­tener el te­rri­torio que ya con­trola, y de­fen­derse del ex­tenso nú­mero de enemigos que lu­chan contra sus mi­li­cias, en una coa­li­ción en la que par­ti­cipan aviones y ase­sores de com­bate de Estados Unidos, Rusia, Turquía, Reino Unido, Francia, Canadá, Australia, etc, y el apoyo de España.

En estos mo­men­tos, un acto de te­rror en Europa tra­zable al EI no haría sino re­forzar y agrandar la coa­li­ción que lucha contra ellos. Este pru­dente cálculo es­tra­té­gico, sin em­bargo, no ex­cluye al ‘espontáneo’ de­seoso de prestar ayuda ‘táctica’ a la causa con ata­ques mor­tales más o menos im­pro­vi­sa­dos, y que tan fre­cuentes han sido en Europa du­rante los úl­timos dos o tres años.

La crisis em­pieza a pro­vocar la có­lera de ciertos sec­tores de las so­cie­dades eu­ro­peas. En los úl­timos días han ar­dido al­gunas re­si­den­cias im­pro­vi­sadas para alojar re­fu­gia­dos. Donde más actos de vio­lencia se han re­gis­trado es en Alemania, que tam­bién es el país que hasta ahora ha re­ci­bido mayor nú­mero. Suecia se in­cor­poró el pa­sado martes a la lista, con la que quema de un re­fugio re­cién ha­bi­li­tado. Eslovenia se sumó el miér­coles 21 a este tipo de señal, cuando los pro­pios re­fu­giados pren­dieron fuego a va­rias tiendas para llamar la aten­ción sobre las con­di­ciones pre­ca­rias del campo de aco­gida.

Hora de pre­su­puestar el costo

La mag­na­ni­midad de la can­ci­ller Merkel, que a me­diados de sep­tiembre abrió la puerta a re­fu­gia­dos, en trán­sito desde Grecia, Hungría y Serbia, está obli­gando a mu­chos ale­manes a re­ca­pa­citar sobre el coste de esta aco­gida, que puede subir a un nú­mero in­de­ter­mi­nado de miles de mi­llones de eu­ros, se­gu­ra­mente bas­tante más que los gastos que la lle­gada y sa­lida de los re­fu­giados ha pro­du­cido y pro­duce en los países de trán­sito.

Un hi­po­té­tico mi­llón de re­fu­giados obli­gará ne­ce­sa­ria­mente a re­visar en al­gunas dé­cimas o unidad por­cen­tual las pre­vi­siones del ba­lance de cada es­tado. No consta que hasta ahora al­guno de ellos haya mi­rado esta cues­tión desde el punto de vista de los re­ajustes fis­ca­les, aunque la Comisión sí lo ha he­cho: casi €10.000 mi­llones para la ac­tual cri­sis, tres mil de ellos para ayudar a Turquía a re­tener los re­fu­giados dentro de su te­rri­to­rio. Estos gas­tos, du­rante un fu­turo in­cierto, cons­ti­tuirán una par­tida fija de los pre­su­puestos de los es­tados miem­bros, mien­tras los re­fu­giados e in­mi­grantes no sean de­vueltos o, si de­vienen per­ma­nen­tes, hasta que en­cuen­tren em­pleo. Se es­tima que menos del 40% po­drán ser ex­pul­sados de Alemania, por un mo­tivo u otro.

Alemania y Suecia son los países más am­bi­cio­nados por los re­fu­gia­dos, dados su alto nivel de em­pleo y la ge­ne­ro­sidad de sus sis­temas asis­ten­cia­les. Eslovenia, un pe­queño país de dos mi­llo­nes, se ve des­bor­dado por las di­fi­cul­tades creadas por la lle­gada de va­rios miles de re­fu­gia­dos, que no pueden pasar a Austria o Serbia, por haber ce­rrado esos países sus fron­te­ras. Esta me­dida es con­se­cuencia di­recta de que Hungría ce­rrase las suyas el 15 de sep­tiem­bre, obli­gán­doles a buscar rutas al­ter­na­ti­vas. Según in­forma Associated Press, nuevas co­lumnas de re­fu­giados se di­rigen desde prin­cipio de se­mana a Eslovenia.

La reunión de este do­mingo tiene por ob­jeto de­cla­rado, según el co­mu­ni­cado de Juncker, “acordar unas con­clu­siones ope­ra­tivas co­munes que puedan apli­carse in­me­dia­ta­men­te”. La ur­gencia de que las me­didas tengan ope­ra­ti­vidad viene ace­le­rada por la lle­gada del in­vierno, cuando de­cenas de miles de re­fu­giados e in­mi­grantes se agolpan en las fron­teras de los países bal­cá­nicos y co­rren el pe­ligro de morir de frío y ago­ta­miento. Europa em­pieza a verse a sí misma como algo que ya fue, y que no es­pe­raba que vol­vería a ser, un con­ti­nente de re­fugio ma­sivo.

(*) Periodista español

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