domingo, 25 de octubre de 2015

China sienta las bases para convertirse en la primera economía mundial

MADRID.- La batería de medidas que prepara China para dar el paso definitivo y convertirse en la primera economía mundial de pleno derecho está quitando el sueño en los mercados. Entre el 26 al 29 de octubre, el Partido Comunista de China (PCCH) debatirá su decimotercer Plan Quinquenal en el plenario anual que se celebrará en Beijing. El objetivo es lograr un crecimiento económico de mayor calidad y más sostenible a largo plazo y, en definitiva, abrir su mercado a la inversión exterior, según 'El Nuevo Lunes'.

El cambio del modelo económico de China y el programa de reformas y ajustes que el gobierno pondrá en marcha los próximos cinco años vuelven a situar a la segunda economía mundial en el foco de los mercados.
A finales de mes, el Partido Comunista de China (PCCh) debatirá su decimotercer Plan Quinquenal en el plenario anual que se celebrará en Pekín entre el 26 al 29 de este mes. A la espera de que las autoridades chinas arrojen algo más de luz sobre la política monetaria futura, y de su aprobación posterior en la Conferencia Económica Central de diciembre, la incertidumbre se ha instalado de nuevo entre los inversores.
“China tiene muy claro que debe ir aproximándose a una situación que la convierta claramente en la primera economía mundial. En este sentido, se dirige hacia una economía con un crecimiento sostenible y muy apoyado en la demanda interna y no tanto en el sector exterior. Y, en definitiva, hacia una economía mucho más abierta”, señala José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citigroup en España. 

Una economía en transición
Sin embargo, son muchos los interrogantes que se plantean sobre el gigante chino. “Tenemos muchas dudas sobre la nueva economía pero, al final, vemos que el gobierno chino tiene margen para actuar y la mayoría de las medidas que ha tomado han sido bien recibidas. En definitiva, es una cuestión de que lo puedan manejar o no” dice este estratega. “Yo creo que sí pueden manejarlo, pero es evidente que nos falta información para entenderlo”. Desde su perspectiva “están asumiendo un política económica y financiera que por sus características, solo China puede hacer en tan poco tiempo. Y no solo a nivel político sino también financiero”. Y este tipo de medidas se dan en un momento especialmente complicado y en un contexto de desaceleración de la economía mundial.
Los cambios parecen más claros a cinco años, dice. Sin embargo, “hay un debate mucho más profundo sobre si estos cambios económicos son compatibles con el régimen político existente, dentro de diez a 15 años”. A corto plazo, el Banco Central de China tiene aún mucho margen para seguir manteniendo la máquina de la economía funcionado”, dice este experto. China tiene un endeudamiento público pequeño, tipos de interés que se pueden recortar y puede aumentar el volumen de préstamos, entre otros aspectos. Las reservas totales de China de casi son 3,9 trillones de dólares que la gran mayoría están invertidos en dólares (4 trillones de dólares).
Por otra parte, preocupa la crisis de ahorro a nivel mundial porque hay un exceso de liquidez. Y si por algún motivo se empiezan a vender activos, “no hay mercado de oferta y demanda”, según el estratega. China ha vendido en los últimos meses parte de sus reservas y, aunque el mercado ha sido capaz de absorberlo, es un tema que preocupa.
En los mercados “hay incertidumbre pero no la inquietud que ha llegado casi al pánico en la segunda mitad del mes de agosto y a principios de septiembre, dice José Luis Martínez Campuzano. “No es un cambio a gratuito”, asegura. Posiblemente “no habría problemas si estos cambios se realizaran con un crecimiento en la economía mundial del 3%. “Ahora bien, ocurre con ritmos de crecimiento del 2,5% que, históricamente, han estado más cerca de la recesión que de la expansión económica”, dice. “Si en lugar de estar hablando de China lo hiciéramos de otro país, habría un consenso de que el coste sería una recesión en ese país. Y aquí no lo hay”.
Pierre Sarrau, director adjunto de inversiones en Estrategias multiactiv considera que hay una posibilidad razonable de que “el pesimismo actual en torno a China sea exagerado, como también lo fue la exuberancia registrada hace algunos meses”, pero asegura que “la labor de hacer de China una economía basada en el sector servicios es draconiana”, Y “hay muchos aspectos que podrían ir mal”. Lo que sí sabemos, dice, es que habrá consecuencias para aquellas economías que realizan notables exportaciones a China y para los precios de las materias primas, que ya se encuentran bajo presión.
Parte de la estrategia del gobierno chino para pasar al siguiente nivel de su economía pasa por conseguir una mayor apertura de sus mercados financieros a la inversión exterior. “China está fuertemente decidida a introducir el yuan o renmimbi en la cesta de monedas reserva (SDR) del Fondo Monetario Internacional (FMI)”, dicen los analistas de Capital at Work. “Para el Banco Popular Chino (PBOC), la inclusión en los derechos especiales de giro es una manera de forzar el tipo de cambio a cotizar más orientada al mercado”. Según las estimaciones de los traders de divisa el PBOC está interviniendo unos 10 billones de dólares al día para prevenir una depreciación. 

Resistencia de EE UU
Aunque muchos expertos consideran que la divisa china debería formar parte de la cesta de monedas del FMI por el peso de su economía y sus características, EE UU se resiste por el momento. En agosto, el FMI anunciaba que retrasaría su decisión de incluir el yuan en su cesta de derechos especiales de giro y dudaba del régimen de fijación de tipo de cambio.
Tras la apertura de las Bolsa china a la inversión extranjera, y las tres devaluaciones del yuan, en el mes de agosto, su último paso ha sido la apertura del mercado interbancario de divisas a las entidades extranjeras. Esto supone que a partir de ahora los inversores extranjeros podrán comerciar con productos de este tipo de mercados. Y sobre todo, facilita aprovechar el potencial de su mercado de bonos local, el tercer mayor de renta fija del mundo, según Cary Yeung, director de deuda de Gran China de Pictet AM y gestor de Pictet-Chinese Local Currency Debt. Según el gestor, este mercado crece rápidamente, ofrece rentabilidades atractivas y potencial de apreciación de la divisa a largo plazo. De hecho, “la rentabilidad a vencimiento es más del doble que el equivalente de EEUU, con baja volatilidad (ha llegado a ser este año 2,6% anualizada por el índice China Bond Composite), con baja correlación con otros tipos activos de renta fija”, dice.
No obstante, el mercado de bonos en moneda local en China está en sus primeras etapas de desarrollo. De momento las autoridades han tomado medidas significativas para que evolucione, incluyendo programas de acceso a inversores extranjeros mediante esquemas IIEC y RQFII (RMB Qualified Foreign Institutional Investor) para invertir directamente en China en renminbi. Además, el gobierno chino ha relajado las restricciones de acceso de Bancos Centrales y fondos soberanos, con registro en lugar de aprobación y capacidad para comerciar derivados, “repos” y permutas de tipos de interés”. 

Plan Quinquenal 2016-2020
La aprobación del borrador del nuevo plan quinquenal 2016-2020 que saldrá del próximo plenario anual del partido Comunista de China que se celebrará del 26 al 29 de este mes, tiene como finalidad avanzar en el proceso de cambio del modelo chino de desarrollo.
Según los medios oficiales de este país, el gobierno de la segunda economía del mundo quiere poner menos énfasis en la industria pesada y más en políticas que favorezcan el consumo privado doméstico, así como en una apuesta por la innovación y el desarrollo. El objetivo es lograr un crecimiento económico de mayor calidad y más sostenible a largo plazo.
El nuevo plan quinquenal será lanzado el próximo año y la economía se ajustará a lo que las autoridades denominan "la nueva normalidad" con ritmos de crecimiento inferiores pero, previsiblemente, más sostenibles a largo plazo.
Frente al temor de los mercados de una ralentización de la economía, el gobierno chino ha asegurado que China logrará cumplir sus objetivos macroeconómicos para el ejercicio 2015 y prevé que el PIB crezca este año en torno a un 7 %, el menor incremento en 24 años. El primer ministro chino, Li Keqiang, ha anunciado que “China ha adoptado regulaciones macroeconómicas eficaces, concretas y discrecionales para garantizar que la economía continúe moviéndose en una dirección positiva pese a los altibajos”.
Entre los organismos financieros internacionales y analistas se cuestiona que el país consiga mantener ese ritmo en lo que queda de año ante la desaceleración de la economía.

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