WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha
empeorado considerablemente sus previsiones de crecimiento para España
en el medio plazo y espera que la economía no crezca por encima del 1%
hasta 2018, debido una "débil recuperación" que exige al Gobierno que
continúe con las reformas y adopte "nuevas medidas decisivas para
generar crecimiento y empleo".
En concreto, las previsiones del Fondo incluidas en el análisis de
la economía española correspondiente al artículo IV prevé que el PIB
caiga un 1,6% este año y se estanque en 2014, tal y como ya adelantó la
institución dirigida por Christine Lagarde en la actualización de su
informe 'Perspectiva Económica Mundial' publicada en julio.
Sin embargo, este viernes añade que la economía registrará un
modesto crecimiento del 0,3% en 2015, del 0,6% en 2016 y del 0,9% en
2017, y no será hasta 2018 cuando la subida del PIB supere el 1%, en
concreto con un repunte del 1,2%. Estas previsiones empeoran
considerablemente las últimas realizadas en abril, que apuntaban a un
crecimiento del 1,4% en 2015, del 1,5% en 2016 y 2017, y del 1,6% en
2018.
El jefe de la misión del FMI para España, James Daniel, destaca
que la economía española volverá a crecer "probablemente a finales de
este año, en el cuarto o incluso en el tercer trimestre", pero incide en
que lo "realmente importante" es si este crecimiento será suficiente
para crear "muchos nuevos empleos que bajen el inaceptablemente alto
desempleo y para aumentar los ingresos de los hogares".
"Ahí es donde está el verdadero problema: vemos una recuperación,
pero sólo una recuperación débil, con un crecimiento lastrado por la
inevitable consolidación fiscal y por unos hogares y una empresas
lidiando con elevados niveles de deuda en medio de unas condiciones de
crédito muy ajustadas", añade.
Por este motivo, subraya que el Gobierno debería hacer "todo lo
posible para fortalecer la recuperación, especialmente continuando con
las reformas", una postura que comparte el directorio del FMI, que tras
analizar la evaluación del personal técnico insiste en la necesidad de
que se tomen "nuevas medidas decisivas para generar crecimiento y
empleo, tanto por parte de España como de Europa, y de un compromiso
sólido e ininterrumpido con las reformas".
Los directores ejecutivos del Fondo elogiaron a las autoridades
españolas por el "avance decidido" en las reformas críticas en entorno
de "condiciones difíciles", lo cual está ayudando a estabilizar la
economía. En su opinión, los desequilibrios externos y fiscales se están
corrigiendo con rapidez, pero advierte de que la economía continúa en
recesión, con un desempleo inaceptablemente elevado, y las perspectivas
siguen siendo difíciles.
Por otro lado, el directorio elogia el compromiso de las
autoridades españolas con la consolidación fiscal, pero insta al
Gobierno a especificar "cómo se lograrán los objetivos", especialmente
lo referente a impuestos y gastos, y garantizar que las medidas "sean
tan favorables al crecimiento como sea posible".
El FMI prevé que España cierre con un déficit del 6,7% este año y
en el 5,9% el próximo, cifras ligeramente superiores a los objetivos
marcados del 6,5% y el 5,8%, respectivamente. Sin embargo, cree que no
se situará por debajo del 3% hasta 2018, en vez de en 2016, ya que será
del 5,1% en 2015, del 4,2% en 2016, del 3,3% en 2017 y del 2,3% en 2018.
Pese a considerar que España no logrará cumplir los objetivos
acordados, estas últimas previsiones mejoran considerablemente las
publicadas en el informe de abril, que situaban el déficit por encima
del 5% al menos hasta 2018 y preveían que subiera tanto en 2013 como en
2014.
El directorio cree que los nuevos objetivos logran un equilibrio
"razonable" entre la reducción del déficit y el apoyo al crecimiento a
corto plazo, pero varios de sus miembros defendieron una mayor
flexibilidad en caso de que el crecimiento no sea el esperado.
En este línea, Daniel apunta que no es necesario relajar la
consolidación fiscal en este momento, pero "quizás sí si la recuperación
falla", y remarca que "tan importante como la cantidad de ajuste es el
tipo".
"Puedes reducir el déficit con muy diferentes efectos sobre el
crecimiento. Por ejemplo, elevar aún más el IRPF o recortar el gasto
productivo es mucho peor para el crecimiento que, por ejemplo, eliminar
las deducciones fiscales y aumentar la eficiencia de los programas de
gasto", agrega.
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