LONDRES.- España y otros países de la periferia del
euro como Portugal o Irlanda han acometido un rápido ajuste liderado por
el sector exportador que, junto a las ganancias en competitividad por
el descenso de los costes laborales, permiten encarar con cierto
optimismo sus expectativas para 2013, cuando estos tres países
registrarán superávit corrientes, lo que podría permitirles una
recuperación del PIB "antes de lo previsto", según apunta la agencia de
calificación de riesgos Standard & Poor's.
"Los países deudores de la eurozona están progresando con mayor
rapidez de lo previsto en el reequilibrio de sus economías gracias al
incremento de las exportaciones", destacan los analistas de S&P, que
señalan a Grecia como el 'alumno' más rezagado en este proceso de
ajuste, puesto que exportaciones y salarios en el país heleno se
encuentran "en caída libre" desde el verano de 2012.
En el caso de España, la agencia destaca que las exportaciones de
bienes y servicios denominadas en euros aumentaron en 2012 un 19%
respecto a los niveles registrados en 2008, lo que resulta
"particularmente fuerte para una economía tan grande", provocando un
rápido descenso del déficit por cuenta corriente, hasta el punto de
lograr saldos positivos de la balanza por cuenta corriente en los meses
de julio, agosto y octubre, algo que no había sucedido en 14 años.
No obstante, fuentes de la calificadora de riesgos subrayaron que este buen comportamiento de las
exportaciones españolas "no se traslada con efectos inmediatos a la
economía doméstica, más allá de proporcionar cierta estabilidad a las
perspectivas de empleo y rentabilidad del sector privado".
"La rápida mejoría de los parámetros de reequilibrio sugiere que
las exportaciones pueden tener una mayor contribución al PIB y que este
puede estabilizarse, como en el caso de Irlanda en el presente, aunque
esto no implicaría que el crecimiento del PIB español vuelva a sus
niveles precrisis en los próximos años", añadieron.
Asimismo, S&P señala que, a pesar del creciente peso de las
exportaciones fuera de la UE, los Veintisiete continúan siendo el
destino del 40% de las ventas al exterior de España, por lo que un
eventual debilitamiento de la demanda proveniente de sus socios europeos
podría pesar sobre el ritmo de ajuste de la economía española, que, aún
así, gracias a sus "fuertes ganancias de competitividad" frente al 60%
de sus socios comerciales al margen de la UE podrían permitir que
ampliara su presencia en otros mercados.
"El impulso de las compañías españolas de encontrar nuevos
mercados probablemente seguirá siendo muy fuerte durante varios años",
indicaron los analistas de S&P, que advierten de que el actual
enfoque de los bancos españoles en el fortalecimiento de sus balances
demora el relajamiento significativo de las condiciones de crédito,
"excepto para el sector exportador".
Por otro lado, los analistas de S&P recuerdan que el descenso
de los costes laborales unitarios en España que han permitido una
notable mejora de la competitividad de la economía española son producto
en gran medida del incremento del desempleo, más que de rebajas
salariales.
"España ha llegado relativamente tarde al proceso de devaluación
interna y los salarios se han mantenido trácticamente estáticos hasta
2011", señala el informe de la calificadora de riesgos.
A este respecto, la agencia explicó que "el sector
exportador no está creando muchos empleos", mientras el sector bancario
sigue centrado en sanear sus balances, "aunque en algún punto la demanda
contenida y bajadas salariales adicionales deberían mejorar los
incentivos para contratar de las compañías domésticas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario