Fatú ha denunciado que Israel ya ha destruido más de 1.200 hogares palestinos en la zona fronteriza, lo que supone un crimen de guerra.
"Este plan tiene un objetivo colonial, aplicar los objetivos del gobierno de extrema derecha. Además implica el endurecimiento del asedio, un castigo colectivo y más presión para los palestinos de la Franja de Gaza, considerada ya como una de las zonas más superpobladas del mundo", ha argumentado.
Esta zona de separación es la "reocupación y perpetuación del enfoque racista fascista colonial que priva a los palestinos de espacio agrícola". "Gaza sufre una guerra de exterminio como jamás se había visto en la historia", ha aseverado.
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