WASHINGTON.- Se espera que el golpe de Estado en Myanmar (Birmania) reduzca el ya tibio interés de las empresas estadounidenses y occidentales en invertir en Myanmar, y podría provocar que algunas grandes empresas estadounidenses se retiren, dijeron el lunes expertos en comercio y analistas.
El comercio total de bienes entre Myanmar y Estados Unidos ascendió a casi $ 1.3 mil millones en los primeros 11 meses de 2020, frente a $ 1.2 mil millones en todo 2019, según datos de la Oficina del Censo de EE. UU.
La ropa y el calzado representaron el 41,4% del total de las importaciones estadounidenses de bienes, seguidos del equipaje, que representó casi el 30%, y el pescado, que representó un poco más del 4%, dijo Panjiva, la unidad de investigación de la cadena de suministro de S&P Global Market Intelligence.
El fabricante de equipaje Samsonite y el fabricante de ropa de propiedad privada LL Bean se encuentran entre los grandes importadores, junto con el minorista H&M y Adidas, dijo Panjiva.
Los datos de inversión directa de Estados Unidos no están disponibles, dijo la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
El lunes, el ejército de Myanmar entregó el poder al jefe militar, el general Min Aung Hlaing, e impuso un estado de emergencia de un año, diciendo que había respondido a lo que llamó fraude electoral.
La medida provocó la condena de los líderes occidentales y una amenaza de nuevas sanciones por parte del gobierno de Estados Unidos, y planteó preguntas sobre las perspectivas para un millón de refugiados rohingya.
Lucas Myers, analista del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, dijo que el golpe exacerbaría las tensiones en los lazos entre Estados Unidos y Myanmar tras las sanciones impuestas por Washington en diciembre de 2019 y complicaría aún más las relaciones comerciales.
“En el comercio, la situación de los rohingya y el problemático historial de derechos humanos de Myanmar hicieron que la inversión fuera menos atractiva para las empresas occidentales en comparación con China”, dijo Myers.
William Reinsch, experto en comercio del centro de estudios del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que las empresas estadounidenses podrían optar por retirarse de Myanmar, dados los nuevos desarrollos y la promesa de la administración Biden de centrarse más en los derechos humanos.
Si bien algunas empresas estadounidenses habían trasladado el trabajo de China a Myanmar en los últimos años para aprovechar los salarios más bajos, aún faltaba la infraestructura del país, lo que había evitado que las inversiones prosperaran, agregó.
La mayor parte del trabajo en Estados Unidos se realizó en industrias de uso intensivo de capital relativamente bajo y podría reubicarse con bastante facilidad, dijo Reinsch. “No son semiconductores. Estas fábricas son relativamente fáciles de instalar ”, dijo.
Stephen Lamar, presidente de la American Apparel & Footwear Association, dijo que muchos de los miembros del grupo comercial hicieron negocios en Myanmar y encontraron el golpe profundamente preocupante.
“Instamos a la restauración plena e inmediata de los derechos y las instituciones democráticas”, dijo. “Nuestros corazones y oraciones están con el pueblo de Myanmar por una resolución rápida, pacífica y democrática a esta crisis, una que no elimine el progreso económico logrado por el trabajador pueblo de Myanmar”.
Un portavoz de H&M dijo que la compañía estaba monitoreando eventos y estaba en estrecho contacto con los proveedores, pero que no tenía planes inmediatos para cambiar su estrategia de abastecimiento. "Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos, pero evitemos especular sobre lo que esto significará para nosotros en el futuro", dijo el funcionario.
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