El primer ministro, Jean Castex, anunció hoy una serie de medidas para intentar contener la difusión del coronavirus, en particular de las nuevas variantes, entre las que también está el cierre de los centros comerciales de más de 20.000 metros cuadrados.
Castex, que compareció al término de un Consejo de Defensa convocado en el Palacio del Elíseo por el presidente, Emmanuel Macron, insistió en que dada la situación sanitaria, planea la posibilidad de un nuevo confinamiento, pero "todavía podemos darnos una oportunidad para evitarlo".
Las fronteras con los vecinos de la UE seguirán abiertas, pero al entrar en Francia se exigirá una prueba PCR negativa. Solo quedarán exentos los trabajadores fronterizos. En la actualidad no se necesitaba test en los viajes en coche o en tren.
Según Castex, la pandemia "está mejor controlada que en los países vecinos". No obstante, era necesario actuar para evitar un crecimiento exponencial de los contagios debido a las variantes británica y sudafricana.
Castex anunció un despliegue policial más intenso para controlar que los
restaurantes siguen cerrados y que los ciudadanos cumplen el toque de
queda, que entra en vigor a las 18 horas.
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