viernes, 22 de enero de 2021

Estudios preliminares sugieren que la variante británica podría estar asociada a un grado más alto de mortalidad


LONDRES.- Estudios preliminares sugieren que la variante del SARS-CoV-2 detectada en septiembre en Kent, Reino Unido, podría ser "más mortífera", según ha trasladado el primer ministro británico, Boris Johnson.

Los datos proceden de científicos del grupo asesor sobre amenazas de virus respiratorios nuevos y emergentes, que han informado al Gobierno británico sobre sus hallazgos. Estudios previos ya habían mostrado que la variante se transmite con más facilidad que la otra versión.

"Además de propagarse más rápido, ahora también parece que hay evidencia de que la nueva variante puede estar asociada con un grado más alto de mortalidad", ha dicho Johnson, según ha informado la BBC.

Actualmente, la variante, que se ha extendido a más de 50 países, es la versión del virus dominante en Reino Unido, que ha sufrido un fuerte repunte de contagios achacado precisamente a esta circunstancia.

Reino Unido ha endurecido sus medidas en las últimas semanas ante el aumento exponencial de los contagios, que ha elevado la cifra de casos y la de ingresados a niveles sin precedentes. Sin embargo, ya se estarían notando los efectos del confinamiento y la tasa de reproducción del virus oscilan entre el 0,8 y el 1, según los asesores del Ejecutivo de Boris Johnson.

Las autoridades de los distintos territorios británicos han admitido, sin embargo, que no prevén la vuelta a una mínima normalidad a corto plazo. Este viernes, el responsable de Sanidad de Irlanda, Robin Swann, ha reconocido que es "irreal" plantear que todas las medidas puedan levantarse el 5 de marzo, fecha hasta la que teóricamente están en vigor, informa la BBC.

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