sábado, 30 de enero de 2021

El problema de las vacunas tensa más la relación entre Reino Unido y la Unión Europea


LONDRES/BRUSELAS.- Reino Unido e Irlanda respiran este sábado aliviados después de que la Comisión Europea rectificase a última hora del viernes su decisión de introducir controles en la llegada a Irlanda del Norte de vacunas contra la covid-19.

En una conversación telefónica anoche, el primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, acordaron el "principio" de que no haya restricciones a la exportación de vacunas cuando las farmacéuticas cumplan con sus responsabilidades contractuales.

La Comisión aclaró este sábado que el Protocolo para Irlanda del Norte, suscrito entre la UE y el Reino Unido para eliminar las fronteras físicas en la isla irlandesa, "no se ve afectado" por la exigencia comunitaria de una autorización previa a las farmacéuticas para exportar vacunas a países terceros.

El primer ministro irlandés, Michéal Martin, dio la bienvenida en Twitter a "la decisión de la Comisión Europea de no invocar la cláusula de salvaguarda del Protocolo para Irlanda Norte tras conversaciones constructivas con Von der Leyen" y la calificó de "noticia positiva" en la lucha contra la pandemia.

Bruselas reclama que se cumpla el contrato, en el que se dispuso ―como se ha podido comprobar este viernes al publicarse el texto legal― que AstraZeneca debería echar mano, de ser necesario, de la producción localizada en el Reino Unido para ser fiel a su compromiso.

Después de años de arduas negociaciones en los que la UE achacaba constantemente al Gobierno británico que estaba poniendo en riesgo los Acuerdos de Viernes Santo al imponer una nueva frontera dura entre las dos Irlandas, que se convertiría en un reclamo de nueva violencia, Londres y Bruselas firmaron un protocolo que mantenía a Irlanda del Norte dentro del espacio aduanero comunitario y trasladaba los controles al mar de Irlanda. De este modo, seguiría habiendo una línea invisible de demarcación entre las dos partes de la isla.

El artículo 16 de dicho protocolo da a la UE o al Reino Unido la capacidad de suspender unilateralmente aspectos de su aplicación si considera que causa "dificultades económicas, sociales o medioambientales".

La ministra principal de Irlanda del Norte, Arlene Foster, había acusado el viernes a la UE de "increíble acto de hostilidad" por la aplicación del artículo 16.

En este contexto de tensión, el negociador comunitario del Brexit, Michel Barnier, lanzó un llamamiento en una entrevista este sábado con el diario "The Times" a que se preserve el "espíritu de cooperación" en medio de la pandemia.

"Nos enfrentamos a una crisis muy grave, que está creando mucho sufrimiento y muertes en Reino Unido, en Francia, en Alemania, y en todas partes. Creo que debemos afrontarla con responsabilidad y seguramente sin imposiciones o competencias dañinas", declaró Barnier.

El francés instó a las partes a mantener la cooperación porque "desafortunadamente vamos a tener muchas oportunidades en los próximos años de mostrar solidaridad", ya sea en la lucha contra el terrorismo, el cambio climático o las crisis financieras.

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