jueves, 12 de noviembre de 2020

¿Por qué Suecia no recomienda el uso de mascarilla para el Covid?

 ESTOCOLMO.- Suecia ya llamó la atención de todos en la primera ola de Covid, cuando se convirtió en uno de los pocos países del mundo que no recurrió al confinamiento para frenar la embestida de la pandemia. Meses después y metido de lleno en la segunda ola, el país nórdico vuelve a dejar titulares, varios, que dejan boquiabiertos a sus vecinos europeos.

Resume el asombro general la corresponsal de Le Monde en Estocolmo en un artículo que titula Frente al Covid, Suecia a rostro descubierto.

"Para un visitante extranjero que desembarca en Suecia, el contraste ha de ser pasmoso", escribe Anne-Françoise Hivert, "por un lado, los médicos no ocultan su preocupación por el rápido aumento de los contagios y, desde principios de noviembre, de las hospitalizaciones. Por otro, los suecos siguen saliendo a la calle con la cara descubierta. Ya sea en el metro de Estocolmo, en los centros comerciales o incluso visitando a una persona mayor en una residencia, la gran mayoría de los 10 millones de habitantes del país no usan mascarilla. Ni los farmacéuticos ni los técnicos de mantenimiento en supermercados, ni los taxistas, ni los peluqueros ni los profesores..."

Tampoco se ve al primer ministro Stefan Löfven con mascarilla, excepto cuando sus obligaciones lo llevan a Bruselas y se tiene que adaptar a la normativa local. Cuenta la corresponsal de Le Monde que lo de resistirse a la mascarilla poco o nada tiene que ver con un desafío: "Si la Agencia de Salud Pública recomendara usarlas mañana, creo que casi todos lo harían", le dice una joven madre. Pero no, el director general del organismo, Johan Carlson, insiste una y otra vez en que la mascarilla no es la solución.

"En España, Francia y otros países, los casos han seguido aumentado significativamente a pesar del uso obligatorio de mascarilla", decía Carlson a finales de agosto, "es difícil entender lo que está pasando. ¿Se está haciendo un mal uso de la mascarilla? Probablemente. ¿La mascarilla influye en el relajamiento de la distancia social? También es posible", según recogía Bloomberg.

Es más, para la Agencia sueca no es que la mascarilla no sirva como barrera para la transmisión del coronavirus, es que de hecho la fomenta. ¿Confirman los datos que es el resto del mundo el que está equivocado?

El número de pacientes en las unidades de cuidados intensivos se ha duplicado en los últimos diez días en el país nórdico: 129 pacientes están en la UCI para una población de poco más de 10 millones de personas; una de cada cuatro camas UCI es Covid; es el país nórdico más golpeado por la pandemia. Y la relajación sueca ha sufrido este miércoles su primera falla: queda prohibida la venta de alcohol a partir de las 22.00 horas. Primera restricción expresa, fin de la política de responsabilidad social individual.

"Nos enfrentamos a una situación que se puede volver negra como la noche", ha advertido el primer ministro Löfven en una rueda de prensa en Estocolmo. "Nos arriesgamos a acabar como en primavera", ha dicho, y ha asegurado, además, que está preparado para considerar la posibilidad de imponer nuevas medidas para limitar las reuniones públicas si las actuales no surten efectos.

13 de las 21 regiones suecas recomiendan ya a sus ciudadanos evitar todo contacto físico con aquellas personas con las que no convivan. Recomiendan, que no obligan. Sí rigen normas de aforo en la restauración y el ocio nocturno desde el 1 de noviembre. Pero la mascarilla, de momento, sigue sin contemplarse.

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