BRUSELAS.- Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se citarán de nuevo este
domingo a medio día en la que será la tercera jornada de negociaciones
para llegar a un acuerdo sobre el fondo de recuperación económica y el
presupuesto comunitario de los próximos siete años.
La sesión de este sábado ha estado plagada de reuniones bilaterales y
contactos en grupo y los líderes sólo se han reunido a veintisiete en
dos ocasiones. La primera, de 11.00 horas a 13.00 horas de la mañana, y
la segunda de 21.00 horas hasta poco después de las 23.10 horas.
Tras la segunda, el presidente del Consejo europeo, Charles Michel,
ha suspendido la cumbre y ha convocado a los jefes de Estado y de
Gobierno a una nueva jornada de negociaciones que comenzará este domingo
a las 12.00 horas, dejando espacio de nuevo a contactos bilaterales en
busca de un borrador con el que intentar el acuerdo.
Los Estados miembros acumulan ya dos días seguidos de negociaciones
para alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto comunitario para el
periodo 2021-2027 y para el fondo de recuperación con el que impulsar la
economía europea tras la pandemia de COVID-19.
En el transcurso de estas horas se ha pasado de la "irritación" del
viernes, tal y como describió la atmósfera el primer ministro de Países
Bajos, Mark Rutte, al trabajo "calmado, denso e intenso" que destacaban
fuentes europeas refiriéndose a este sábado.
El foco de las conversaciones has estado centrado en dos puntos: el
tamaño del plan de reconstrucción y el juego entre transferencias
directas y préstamos, por un lado, y las condiciones que los gobiernos
tendrán que cumplir para acceder a las ayudas.
Sobre el primer punto, Rutte ha conseguido que el último borrador
contemple el derecho a activar un "freno de emergencia" que permitiría a
cualquier país bloquear el desembolso de los fondos a un país si
considera que se deben hacer nuevas reformas y convocar un debate al
respecto a nivel de ministros o incluso de líderes.
El Gobierno español está dispuesto a aceptar este derecho, según
fuentes de Moncloa, siempre y cuando la decisión final sobre el
desembolso no se tome por unanimidad, una idea a la que Madrid se opone
"frontalmente".
Países Bajos se encuentra aislado en su defensa del derecho a veto
para dar luz verde a las ayudas, pero cuenta con el apoyo e Suecia,
Dinamarca y Austria en la exigencia de recortar las transferencias que
recibirían los gobiernos y aumentar a su costa los préstamos.
Un primer borrador que Michel presentó a primera hora del sábado ya
contemplaba una rebaja de los subsidios de 50.000 millones (pasaban de
500.00 millones a 450.000 millones) pero los países del norte quiere
reducir todavía más el montante que recibirán principalmente España e
Italia sin tener que devolverlo.
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