BUENOS AIRES.- La reestructuración de la
deuda de Argentina con bonistas bajo legislación extranjera será
exitosa si implica no hipotecar el futuro del país, afirmó este domingo
el ministro de Economía, Martín Guzmán.
El viernes próximo vence
el plazo fijado por el gobierno a los acreedores para aceptar o no un
canje de bonos por 66.000 millones de dólares.
Ese día vence también un pago de intereses por 500
millones de dólares que de no ser abonados podrían dejar a la nación
sudamericana en default.
"El éxito no es un acuerdo que hipoteque
el futuro ni que deje rehenes de un problema a los argentinos", dijo
Guzmán en declaraciones al portal Cenital.
La negociación se mantiene en secreto, aunque tres comités de acreedores han rechazado públicamente la oferta argentina.
El
gobierno del presidente Alberto Fernández propone fijar un plazo de
gracia de tres años y sendas quitas de 62% en los intereses y 5% en el
capital.
En las últimas horas se supo que grupos de acreedores formularon una contrapropuesta, pero su contenido no tomó estado público.
Argentina
negocia con respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que
considera insostenible el endeudamiento, y también de un grupo de 135
economistas de prestigio de todo el mundo, entre ellos los Premio Nobel
de Economía Joseph Stiglitz y Edmund Phelps.
"No hay pagos de la
deuda que se puedan sostener sin que el país crezca. No queremos que los
acreedores no ganen, queremos que acepten ganar menos", ha declarado
Fernández para explicar la postura argentina.
La economía
argentina caerá este año 7%, según un relevamiento del Banco Central al
medir el impacto causado por la pandemia del coronavirus.
Los bonos a reestructurar representan una quinta parte del monto de la deuda total.
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