GINEBRA/NUEVA YORK.- El
impacto más abrupto y dañino de la economía global en al menos una
generación se está desarrollando en puertos y otros centros de comercio
internacional mientras Estados Unidos y Europa enfrentan dificultades
para contener la pandemia de coronavirus.
La
Gran Recesión, los ataques del 11 de septiembre, el embargo petrolero
de 1973: ninguna de estas crisis modernas redujo los flujos comerciales
de forma tan rápida y brusca como lo ha hecho la pandemia de Covid-19.
Ni
siquiera la Segunda Guerra Mundial produjo el tipo de impacto económico
repentino que está paralizando las cadenas de suministro mundiales y
está dejando casi en silencio las ciudades más bulliciosas del mundo
desarrollado a medida que las empresas cierran y los consumidores
obedecen las órdenes de aislamiento.
“Esto
podría ser considerado un escenario de guerra sin la destrucción de
activos físicos”, dijo el economista jefe de la Organización
Mundial del Comercio, Robert Koopman, en una entrevista telefónica.
Datos
actualizados de algunos de los puertos más activos del mundo, que ya
han experimentado una disminución de su tráfico de carga debido a la
paralización de la economía china durante los últimos dos meses,
muestran un sombrío panorama de otro colapso que muchos economistas
esperan que persista durante el primer semestre del año.
Los
volúmenes de importación y exportación de EE.UU. disminuyeron en las
semanas previas a la cuarentena en algunas ciudades estadounidenses,
según datos de IHS Markit compilados por Bloomberg. Las exportaciones
estadounidenses se han visto particularmente afectadas, y será clave
estar atentos a esas cifras en los próximos días para evaluar la
gravedad de la recesión.
El
puerto de Shanghái, el más grande del mundo, experimentó una caída
interanual de 20% en la productividad de contenedores en febrero, según
la Oficina Municipal de Estadísticas de Shanghái. El mes pasado, el
volumen de carga en el puerto de Long Beach disminuyó 9,8% frente a un
año antes y la productividad total de contenedores en el puerto de Hong
Kong se contrajo 11% sobre una base acumulativa.
“Estamos
observando una contracción del comercio muy fuerte y sin precedentes,
especialmente debido a la velocidad a la que está ocurriendo”, dijo por
teléfono el execonomista de la Casa Blanca Phil Levy.
“Si
ya estamos comenzando a igualar las estadísticas de la Gran Recesión,
eso significa que vamos en camino hacia un récord moderno”, señaló Levy,
que actualmente es el economista jefe de la empresa de logística de
carga Flexport Inc.
Mientras
los casos reportados acaban de superar el medio millón de personas en
todo el mundo, la enfermedad ha obligado a los gobiernos a implementar
cuarentenas nacionales que han paralizado fábricas, han cerrado muchos
restaurantes y tiendas minoristas, y han hecho que los consumidores se
peleen por conseguir sus necesidades básicas.
El resultado ha sido una
crisis doble de oferta y demanda que ha trastornado la industria
naviera, que transporta alrededor de 80% de los recursos de alimentos,
energía, materias primas y productos manufacturados del mundo.
Pocas
economías se han librado de la ira del virus, especialmente en Europa,
que actualmente es el epicentro de la pandemia mundial.
El
puerto marítimo más grande de Europa, en Rotterdam, experimentó una
“importante” caída en los volúmenes de producción para todos los flujos
de carga en los últimos tres meses, dijo Leon Willems, portavoz del
puerto de Rotterdam.
“La
pandemia está interrumpiendo las cadenas de producción y logística a
nivel mundial”, señaló Willems por correo electrónico. “Existe una
probabilidad real de que el volumen de producción para todo 2020 sea
significativamente menor que en los últimos dos años”.
Incluso
China, que está comenzando a recuperarse gradualmente después de que se
conocieran sus primeros casos en diciembre, todavía tiene problemas
para reanudar sus cadenas de suministro estancadas.
“La
producción está comenzando a reanudarse lentamente en el país, pero
tienen dificultades para encontrar conductores de camiones y superar los
altos estándares de las barreras sanitarias necesarias para llevar
estos productos al extranjero”, sostuvo Gaurang Shastri, director
gerente de North American Logistics & Transportation, de Lincoln
International.
Durante
las primeras dos semanas de marzo, EE.UU. experimentó un desplome sin
precedentes de 45% interanual en las importaciones procedentes de China,
según S&P Global Market Intelligence.
La industria de la
electrónica de consumo está sufriendo un duro golpe, con una caída de
66% en los envíos chinos de maquinaria y electrónica y una disminución
de 64% en las importaciones de computadoras en comparación con un año
antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario