BUENOS AIRES.- De
no lograr en las próximas horas el consentimiento necesario para
aplazar el pago de un bono de deuda, la provincia de Buenos Aires, la
más rica y poblada de Argentina, podría caer en un complejo escenario de
cese de pagos.
El
distrito, gobernado por el kirchnerista Axel Kicillof -ministro de
Economía argentino entre 2013 y 2015, durante el Gobierno de Cristina
Fernández- prorrogó este lunes, por tercera vez, el pazo para que los
tenedores del bono BP21 den su aval para aplazar hasta mayo un
vencimiento de capital que operaba el 26 de enero.
Si
la provincia no logra el visto bueno de los tenedores de bonos que
representen al menos el 75 % del capital en circulación del BP21 y no
regulariza el pago del vencimiento por 250 millones de dólares antes de
que finalice el próximo miércoles, caería en un default (cese de pagos)
técnico.
Al
lanzar la solicitud de consentimiento a los acreedores el pasado 14 de
enero, Kicillof, que había asumido el Ejecutivo provincial en diciembre,
dijo que su provincia tenía "voluntad de honrar los compromisos" pero
advirtió que "en estos momentos no hay capacidad de hacerlo".
La
situación financiera del distrito está en línea con el alto
endeudamiento de otras provincias y del propio Estado argentino, cuyo
nuevo Gobierno, al mando del peronista Alberto Fernández, busca
renegociar la deuda con sus acreedores privados y con el Fondo Monetario
Internacional.
La
provincia deberá afrontar hasta finales de 2023 vencimientos de deuda
por 8.800 millones de dólares, de los cuales 2.900 millones corresponden
a 2020.
El
BP21 es un bono en dólares emitido en 2011 bajo ley de Nueva York e
incluyen una cláusula de "cross default" (cese de pagos cruzado) por la
que si el título cae en default, todos los demás bonos emitidos por la
provincia que incluyan esta cláusula pueden ser también considerados en
cese de pagos.
Existe
también la llamada "cláusula de aceleración", por la que, en caso de un
cese de pagos -incluyendo un evento de "cross default"- los acreedores
con al menos el 25 % del capital de deuda emitida pueden exigir a la
provincia que les pague de forma anticipada todos los vencimientos de
capital e intereses de esos títulos.
Según
los últimos datos oficiales disponibles, la deuda bonaerense ascendía a
finales de septiembre último a 11.263,2 millones de dólares.
De ese monto total, unos 6.058 millones corresponden a bonos en dólares emitidos bajo ley internacional.
El nuevo plazo para que los tenedores del BP21 den su consentimiento vence a primera hora de este martes.
El
Ejecutivo provincial aún tiene margen para volver a extenderlo, aunque
no por mucho tiempo más y, en un intento de último minuto por sumar
adhesiones, este lunes mejoró su oferta a los acreedores.
"En
virtud de la adhesión de un gran número de bonistas y de intercambios
mantenidos con fondos institucionales que aún no han prestado su
consentimiento, pero mostraron buena voluntad y entendimiento por la
situación provincial, hemos modificado la propuesta para incluir en esta
instancia el pago del 30 % del vencimiento de capital involucrado cuya
postergación se busca obtener", anunció hoy el Ministerio de Hacienda y
Finanzas bonaerense.
Quien
está a cargo de esa cartera, Pablo López, dijo que, de aceptarse la
propuesta, ese pago "se hará con recursos provinciales, que son
escasos".
"Mañana
ahora será un nuevo día clave para la provincia, pero se entiende que
sí aflojó con este pedido de algunos acreedores (de mejorar la
propuesta) es porque tienen asegurado el 75 %. Veremos... Sería
realmente un fuerte error estratégico complicar el escenario soberano
por 250 millones de dólares", comentó Santiago Abdala, director de la
firma Portfolio Personal Inversiones.
Según
señaló la consultora LCG en un informe, un eventual escenario de cese
de pagos en la provincia de Buenos Aires activarían las cláusulas de
aceleración sobre los bonos bonaerenses, pero no sobre los títulos
soberanos de Argentina.
"De
todas formas, sienta un mal precedente para empezar el proceso de
reestructuración de la deuda pública nacional", advirtió LCG.
La
saga de la deuda bonaerense ha impactado ya en el complejo escenario de
la deuda argentina, metiendo "ruido" adicional en el mercado de bonos,
altamente sensible a las noticias y los rumores sobre el devenir del
proceso para aplazar el pago del BP21, y haciendo escalar al índice de
riesgo país de Argentina, que pasó de los 1.847 puntos básicos anotados
el 14 de enero a los 2.015 de este lunes.
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