MADRID.- En su país le llaman Mr. Europe, pero cuando viaja al extranjero prefiere que le llamen Mr. Suiza. Roberto Balzaretti,
secretario de Estado para la Unión Europea en el país helvético desde
2018, visita Madrid unos días en plena negociación con Bruselas para que
los acuerdos bilaterales entre ambos no colapsen. En esta entrevista
habla de la UE, pero también del Brexit, la guerra comercial o el fin
del multilateralismo en el siglo XXI. Lo entrevistó El Confidencial
PREGUNTA. ¿Por qué Suiza tiene tantos acuerdos bilaterales con la Unión Europea comparado con otros países?
RESPUESTA.
Depende de la definición que tengas de acuerdos bilaterales. Tienes
razón. Tenemos 130-135 acuerdos bilaterales con la UE, pero de ellos
alrededor solo 20 son verdaderamente importantes.
P. He
leído que parte de los suizos no están muy contentos con las
negociaciones actuales con la UE. Ha recibido bastantes críticas. ¿Por?
¿A qué se debe el euroescepticismo de los suizos?
R. Es normal que sea la persona más criticada porque soy el jefe negociador en Suiza que negocia con la Unión Europea.
Cuando negociamos, tratamos de defender los intereses suizos, que están
definidos por el gobierno federal. La relación entre Suiza y la Unión
Europea es una larga historia. Tradicionalmente, hemos sido un país muy
independiente y neutral. Siempre hemos tenido nuestra propia forma de
ver las cosas. Suiza no participó en ninguna de las dos guerras
mundiales.Y a los suizos tampoco les gusta un poder muy fuerte y
centralizado, por eso tenemos un sistema federal con cantones que tienen
competencias propias. El gobierno federal es relativamente débil porque
así lo quiere la constitución suiza. Si intentas convencer a la gente
de que un poder aún más centralizado fuera del país es bueno para ellos,
lo tienes muy difícil. Nosotros no tratamos de unirnos a la Unión
Europea, sino tener buenas relaciones basadas en los acuerdos que ya
tenemos.
P. En las elecciones suizas, después del cambio climático, las
relaciones con la Unión Europea era una de las preocupaciones más
importantes entre los suizos. ¿Por qué?
R. Creo que también había otras como la seguridad social, las
pensiones, el envejecimiento de la población, el sistema médico... Pero en relaciones internacionales,
es entendible que tu primera preocupación sea lo que está cerca de tus
fronteras. Nosotros estamos rodeados de países de la UE, además de
Liechtenstein. Hay 1,4 millones de europeos viviendo en Suiza y 320.000
'frontaliers' cruzando la frontera todos los días. Intercambiamos mil
millones de euros cada día en bienes y mil millones en servicios.
Tenemos unas relaciones muy cercanas.
P. Desde Suiza se
repiten críticas contra la política migratoria de la UE. ¿Ustedes
querrían influir en la modificación del acuerdo de Dublín?
R.
Desde que estamos asociados con el Sistema Schengen, nosotros tenemos
que aceptar la política europea de las visas. Nosotros hemos votado a
favor muchas veces de Schengen y a veces hay cosas que están bien y
otras que no. Nosotros creemos que el sistema de Dublín debe ser
modificado. Países como Italia, Grecia o España no pueden quedarse
solos, pero tampoco puede ser un sistema que se abran todas las puertas
hasta Alemania. Nosotros, como estamos asociados, podemos participar en
esa discusión.
P. ¿Cuál es la opinión de los suizos sobre el Brexit?
R.
Fue un voto popular en el Reino Unido. Ellos saben mejor que los suizos
qué tipo de país quieren. Lo que hemos hecho nosotros después de este
referéndum ha sido hablar con el gobierno británico para prepararnos
ante los escenarios posibles, incluido un 'no deal'. Si salieran de la
UE sin acuerdo, hemos concluido acuerdos bilaterales con el Reino Unido
en áreas clave. Nuestras relaciones con Reino Unido son ricas y
variadas. Hay, por ejemplo, 150 vuelos entre Reino Unido y Suiza al día.
Ellos son muy importantes para nosotros. La idea de Suiza es continuar
con las buenas relaciones con Reino Unido y extenderlas.
P. ¿Pero cuál es el sentimiento general de los suizos? A
veces, hablando con suizos, se tiene la sensación de que la palabra
Europa siempre va unida a la de "crisis".
R. No es mi
deber comentar opiniones de mis ciudadanos. Nosotros estamos en una
situación muy distinta. Queremos ampliar y profundizar nuestras
relaciones con la UE. Por su parte, Reino Unido quiere salir de la UE.
Nosotros queremos consolidar nuestro acercamiento bilateral con la UE y
mantener nuestra independencia y no entrar, claro. Ellos quieren salir.
La situación es muy distinta. Algunos suizos aprueban lo que ha hecho
Reino Unido, pero la mayoría está a favor de los acuerdos bilaterales
con la UE.
P. Ahora queda probablemente lo peor entre
Reino Unido y la UE: llegar a un acuerdo comercial. Usted se ha dedicado
muchos años a negociar con Bruselas. ¿Cuál sería su principal consejo?
R. (Risas). Ellos no necesitan lecciones de mí, han sido miembros durante 50 años. Conocen la UE muy bien. Mucho mejor que yo.
P.
Hemos hablado de crisis en Europa. ¿Qué opina Suiza sobre la nueva
oleada de partidos de ultraderecha? ¿Están preocupados ante una posible
disolución de la UE tal y como la conocemos?
R. Es una pregunta difícil. De nuevo, no quiero hablar por los
suizos. Puedo hablar por el gobierno, que está convencido de que lo
primero es tener buenas relaciones con la UE y con el mundo, así como
mantener los mercados que tenemos y abrir nuevos. Además, creemos que
Suiza se debe mantener como un país europeo y defender sus valores.
Estas dos cosas no son contradictorias. Puedes extender tus redes
comerciales con todos los países del mundo y, al mismo tiempo, defender
los valores europeos: el estado de derecho, la buena gobernanza, la
protección de los derechos humanos, del medioambiente... Necesitamos un
continente europeo fuerte.
P. Se refiere a que si la UE se posiciona duramente contra China, ¿Suiza le seguirá?
R. En ese sentido, creo que nos hemos anticipado. Tenemos muy buenas relaciones con China,
estuvimos entre los primeros países en reconocer a China en 1950 y
tenemos un acuerdo comercial con ellos. Pero, al mismo tiempo,
precisamente porque hemos establecido estas relaciones, podemos discutir
cualquier cosa con ellos, incluso algunos temas que no siempre son
fáciles de hablar. Nuestro acercamiento no es una "línea dura" porque no
somos un gran país para hacerlo. Pero sí nos preocupan los principios
cuando se refiere al estado de derecho, etc. Todo eso es parte de
nuestro ADN. Pero lo hacemos de una forma más discreta que otros países.
P. ¿Cuál cree que es el rol de Suiza en el siglo XXI desde un punto de vista geopolítico?
R. Empecemos por el rol que no podemos desempeñar. No podemos ser una potencia militar. No estamos en la UE, ni en la OTAN
ni somos una potencia militar muy grande. Pero queremos contribuir a la
paz y la seguridad mundiales. Ppodemos contribuir con otros países para
defender el multilateralismo. Podemos facilitar, moderar o representar
intereses de otros países como hacemos con Estados Unidos en Irán o con
Rusia en Georgia. Nos gustaría estar en el Consejo de Seguridad en
2023-2024. También podemos contribuir en el 'soft power'. También somos
punteros en innovación, digitalización y todo lo que tiene que ver con
el sector financiero, cripto, fintech…
P. A ustedes les ha afectado bastante la guerra comercial.
R.
Sí, ha sido un desastre. Somos las víctimas colaterales de todas estas
cosas. Esa es la razón por la cual para nosotros el multilateralismo es
un concepto clave.
P. ¿Creen que son los últimos defensores del multilateralismo?
R. No somos los únicos. Lo estoy escuchando en muchos países. El multilateralismo es esencial.
P.
En Suiza se habla bastante del referéndum que tendrá lugar en mayo de
2020 sobre la libertad de movimiento entre la UE y Suiza. ¿Qué debemos
esperar? ¿Deberíamos estar preocupados?
R. Por supuesto estamos preocupados. Para ser precisos, no es un
referéndum, es una iniciativa constitucional. 100.000 personas en Suiza
pueden proponer una reforma de la constitución. En este caso, si
ganaran, tendríamos que convencer a la UE para volver a un sistema de
cuotas sin libertad de movimiento o, en caso contrario, tendríamos que
acabar con el acuerdo bilateral sobre la libertad de movimiento de los
trabajadores. Este está legalmente unido con los otros acuerdos del
primer paquete de acuerdos bilaterales Suiza-UE firmados en 1999. Por
eso, si terminas con uno, seis meses después otros dejarán de existir.
P. Se ha llegado a calificar como el Brexit suizo.
R.
Sí, sería el Brexit suizo. Una especie de Swexit. No es bueno. El
gobierno está completamente en contra, pero la constitución permite
estas votaciones. Requiere una mayoría simple de la población y de los
cantones. Por eso tienes que tener el 50% más 1 y la mayoría de los
cantones. Es un obstáculo grande, no es fácil conseguirlo. Pero el
gobierno explicará a los suizos la importancia de la libertad de
movimiento con la UE. Después de esta importante votación, nos
ocuparemos del acuerdo institucional Suiza-UE, destinado a consolidar
nuestras relaciones con Bruselas. En este sentido, queremos proteger las condiciones laborales de los trabajadores suizos.
P. Desde el principio del siglo XXI,
pensábamos que nos dirigíamos a un mundo multilateral lleno de
instituciones supranacionales, donde los Estados-nación cada vez
decidirían menos cosas. Sin embargo, parece que la tendencia es la
contraria.
R. Con respecto a la Unión Europea, No creo
que la UE haya difuminado el sentimiento y la pertenencia nacional.
Siendo un poco más abstractos, creo que todo el mundo pensamos que la
globalización era el futuro. Ahora nos hemos dado cuenta de que no hay
globalización sin raíces muy fuertes en una comunidad local. Ambas son
importantes. Ya lo decía Piero Bassetti: tenemos que ser «glocales». Ser
globales pero, al mismo tiempo, seguir teniendo referencias en tu
lenguaje, en tu pueblo, en tu cantón, en tu país. Claro que es muy
difícil, es como un péndulo. Yo creo que juntos somos más fuertes. Y esa
es la forma que Suiza ve las relaciones internacionales. Queremos tener
lazos muy estrechos con la UE, pero de otra forma. Esa es la lección.
No siempre hay una forma de hacer las cosas ni un solo camino. Hay
muchas geometrías para hacer lo mismo. La relación entre la UE y Suiza
es una historia de éxito.
P. ¿Qué ocurrirá primero, Suiza entrando en la UE o el fin de la UE tal y como la conocemos?
R. Nosotros no nos planteamos entrar en la Unión Europea. Por otro lado,
no me puedo imaginar su fin. ¿Una evolución, un cambio? Quizá. Pero el
final, no. La historia nunca vuelve atrás. Continúa, cambia. Pero no me
imagino el final de la UE. Y no estará en el interés de nadie
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