domingo, 22 de diciembre de 2019

Modi pide calma ante la oleada de protestas en la India

NUEVA DELHI.- El primer ministro indio, Narendra Modi, está tratando en vano de apagar el fuego que él mismo inició con la reforma de la Ley de la Ciudadanía. Modi asegura que se aprobó para proteger a las minorías religiosas de los países musulmanes vecinos, que ahora podrán acceder a la nacionalidad india, pero unos le acusan de islamófobo por vetar a quienes profesan esa religión, y otros critican que la nueva norma provocará una oleada de inmigrantes. 

Las protestas, en las que ha participado hasta el biznieto de Mahatma Gandhi, se han extendido por todo el país, son ya las más numerosas desde hace décadas, y dejan un balance trágico: hasta anoche, al menos 23 personas habían fallecido en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La violencia ha ido creciendo desde hace más de una semana, y el sábado fue un día particularmente sangriento en Uttar Pradesh, el Estado más poblado de India y uno de los que cuentan con más población musulmana -en torno al 20%-. 
Seis personas murieron cuando la Policía utilizó fuego real para dispersar a los manifestantes que atacaban con piedras a los agentes, pero las autoridades niegan que los disparos causasen ningún fallecimiento. 
Sí que reconocen que el muerto más joven tenía solo 8 años, aunque aseguran que pereció durante una estampida en Varanasi, y que han detenido a casi un millar de personas solo en Uttar Pradesh.
Como una imparable bola de nieve, las noticias sobre la represión y los cortes de Internet con los que las autoridades tratan de impedir la organización de protestas, provocaron que este domingo estas se radicalizaran aún más.
Ante esta coyuntura de caos, Modi se vio obligado a dar la cara durante un mitin de su partido, el ultranacionalista BJP, en Delhi. Aunque trató de calmar los ánimos asegurando que la población musulmana «no tiene nada que temer», no tardó en volver a apoyar la reforma legislativa y en atacar a los rivales políticos que «están tratando de instilar la psicosis del miedo».
Modi también acusó a los partidos de la oposición de «extender noticias falsas», aunque no dijo cuáles, y aseguró que su único objetivo es arrebatarle el poder. «Lo que tenéis que hacer es mirar mi trabajo. Si veis alguna acción que haya provocado división en el país, enseñádsela al mundo», apostilló en tono desafiante y, aparentemente, sin tener en cuenta que otros políticos de su partido han declarado que propiciarán la expulsión de los inmigrantes irregulares musulmanes -«infiltrados» los llaman- en el Estado nororiental de Assam, que fue donde estallaron las protestas. 
La agencia Associated Press aseguró este domingo que el país ya está construyendo centros de detención con capacidad para varios miles de personas.

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