WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Donald Trump, optó anoche por golpear con sanciones el banco central iraní,
en un intento por asfixiar económicamente a Irán, además de aprobar el
envío de tropas a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (UAE) en
respuesta al reciente ataque contra refinerías saudíes.
"Las sanciones más altas que jamás se han impuesto sobre un país", presumió Trump, que habló esta mañana con la prensa en el Despacho Oval y en presencia del primer ministro de Australia, Scott Morrison.
El Gobierno estadounidense acusa al banco central iraní de haber financiado desde 2016 con miles de millones de dólares a la Guardia Revolucionaria iraní, a la iraní Fuerza al Quds y al grupo chií libanés Hizbulá, todos ellos considerados grupos terroristas por Washington.
"Esto
es muy importante. Ahora hemos cortado todos los posibles fondos para
Irán", manifestó el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, que
acompañó a Trump.
Mnuchin
explicó que el Tesoro también sancionó hoy al Fondo de Desarrollo de la
República Islámica, el fondo soberano de inversión iraní cuyo objetivo
es usar las ganancias de la venta de gas y petróleo para el desarrollo
del resto de la economía persa, según detalla en su web.
EEUU afirma que el presidente iraní, Hasan Rohaní, forma
parte de su junta directiva y acusa a esa institución de haberse
convertido en una fuente de divisas extranjeras que financia a la
Guardia Revolucionaria y a la Fuerza al Quds, así como al Ministerio de
Defensa de la República Islámica.
En plena escalada de tensión con Irán, Trump se inclinó por las sanciones pero también por el músculo militar en respuesta al ataque del sábado a la petrolera saudí Aramco, que Riad atribuye a Teherán y que inicialmente fue reivindicado por los rebeldes hutíes en el Yemen.
Tras
su cita con Morrison, Trump se reunió por la tarde con sus asesores en
seguridad para estudiar la respuesta militar a Teherán.
Al término de la reunión compareció el jefe del Pentágono, Mark Esper,
que anunció el envío de un número indeterminado de tropas a Arabia
Saudí y EAU "de naturaleza defensiva y (que) se centrarán principalmente
en la defensa aérea y de misiles".
Esper
dijo que EEUU también "trabajará para acelerar la entrega de armamento a
Arabia Saudí y EAU para mejorar su habilidad de defenderse a sí
mismos".
"Creemos que por ahora
esto será suficiente pero esto no quiere decir que no pueda haber
despliegues adicionales de ser necesarios basados en la situación
cambiante", añadió.
Por su
parte, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Joseph Dunford, que
participó de la reunión con Trump y de la rueda de prensa junto a Esper,
dijo que el despliegue será "moderado" y aunque no especificó el número
de soldados dijo que no serán miles.
En la rueda de prensa con Morrison previa a la reunión con Esper y Dunford, Trump dijo que lo más "fácil" sería atacar a Irán, pero
también afirmó que prefiere mostrar "fuerza" no autorizando una
ofensiva inmediatamente y evaluando diferentes posibilidades.
"Ir
contra Irán sería una decisión muy fácil. Mucha gente piensa que podría
estar dentro en unos dos segundos", reflexionó Trump.
Según medios estadounidenses, el Pentágono también iba a poner sobre la mesa de Trump posibles operaciones clandestinas con objetivos como los lugares desde los que Irán lanza sus drones y misiles de crucero, además de donde almacena sus armas.
Las
opciones que propone el Pentágono no incluyen ataques a gran escala y
se centran más bien en operaciones clandestinas con objetivos como los
lugares desde los que Irán lanza sus drones y misiles de crucero, además
de donde almacena sus armas, de acuerdo con el diario The New York
Times.
Por su parte, las autoridades iraníes declararon este viernes que no quieren una guerra, pero aseguraron que responderán con todos los medios a su alcance en caso de una ataque.
EEUU
también ha rebajado ligeramente su retórica. Tras el ataque contra las
refinerías saudíes, Pompeo, apuntó directamente a Irán y este miércoles
llegó a proclamar que esos ataques constituían un "acto de guerra".
Sin embargo, tras su visita a Arabia Saudí y Emiratos, Pompeo aseguró que su prioridad es buscar "una solución pacífica" y "construir una coalición" para conseguirlo.
Para
formar esa coalición, EEUU podría intentar recabar apoyos durante la
Asamblea General de la ONU que se celebra la semana que viene en Nueva
York.
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