LONDRES.- La City de Londres, sede del sector financiero británico,
no se convertirá en un "Singapur sobre el Támesis" o paraíso fiscal
desregulado ni siquiera si el Reino Unido deja la Unión Europea (UE) sin
acuerdo, aseguró hoy su líder política, Catherine McGuinness.
En un encuentro con la prensa extranjera, la jefa de Política de la
City of London Corporation, el ayuntamiento del distrito de las
finanzas, situado al este de la ciudad, dijo que "una regulación buena y
sólida forma parte del ADN de este lugar".
"Iremos revisando las normas para adaptarnos a los
tiempos y los nuevos desafíos, pero no para convertirnos en un centro
financiero desregulado", afirmó, e indicó que la City siempre "se regirá
por los estándares regulatorios internacionales".
De
este modo, McGuinness rechazó la propuesta hecha por varios destacados
miembros del gobernante Partido Conservador de crear un "Singapur sobre
el (río) Támesis" después del "brexit", un enclave financiero inspirado
en el régimen poco regulado y con ventajas fiscales que ha convertido en
potencia a la antigua colonia británica.
Con todo,
la política admitió que, al margen de lo que depare el futuro en
relación a la UE, la City deberá actualizar su regulación en campos
pujantes como "las finanzas verdes, el sector tecnofinanciero y el de
nuevos activos como las criptomonedas (monedas virtuales)", pero "no
para debilitarla".
McGuinness reiteró la preocupación
del sector financiero, motor de la economía nacional, por que el Reino
Unido deje la UE sin pacto el 31 de octubre, e instó al Gobierno del
primer ministro "tory", Boris Johnson, a "trabajar para acabar con la
incertidumbre".
Aunque una salida negociada es la
opción preferida por la City, que reclama también un período de
transición para que las empresas se adapten, la mayoría de las grandes
compañías (y en menor medida las pequeñas y medianas) "se han preparado"
para un "brexit" duro, afirmó.
McGuinness dijo que
no prevé una hecatombe en los mercados financieros si hay una salida
brusca el mes próximo, "porque los reguladores de los distintos países
cooperarán para que no pase", y vaticinó que el impacto de una
separación radical sería mayor "en la economía real".
Sobre los posibles beneficios de un tratado comercial con Estados
Unidos una vez fuera de la UE, dijo que "hay mucho que los sectores
financieros de ambos países pueden hacer para estrechar su colaboración"
sin ese documento.
En ese sentido, la City negocia
con los reguladores estadounidenses para construir una "autopista
regulatoria" que "agilice y simplifique las transacciones" entre ambos
territorios, a fin de optimizar las oportunidades de negocio y
consolidar su mutuo liderazgo global, explicó.
Estados Unidos es el principal socio comercial del Reino Unido después
de la UE, por lo que el Ejecutivo de Johnson ve prioritario negociar un
acuerdo bilateral tras el "brexit", algo que también desea el presidente
estadounidense, Donald Trump.
En cuanto al sector
concreto de las finanzas, ambos países encabezan la exportación de
servicios y productos financieros a nivel mundial, con un volumen anual
total de 135.000 millones de dólares (unos 88.000 millones originados en
la City).
Pase lo que pase con el "brexit",
McGuinness está convencida de que Londres, con su idioma global,
favorable franja horaria y su sólido sistema legal, perdurará como
centro financiero de referencia.
Reconoció, no
obstante, que el sector financiero, otrora un poderoso agente de presión
en la esfera política y social del Reino Unido, ha perdido influencia,
debido a que el Gobierno está "enfrascado" en resolver sus propias
crisis.
"Nos hemos visto atrapados por la política", lamentó la embajadora de facto de la City.
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