LONDRES.- El primer ministro británico, Boris Johnson,
busca en el congreso anual del Partido Conservador, que comenzó este
domingo en Manchester, el mayor respaldo posible entre los suyos para mantener su apuesta de materializar el Brexit el próximo 31 de octubre.
En la primera jornada del congreso, que durará hasta el miércoles, Johnson reiteró su desafío a la ley que le obliga a solicitar a Bruselas una extensión del plazo de salida si no logra cerrar un nuevo acuerdo con la UE dentro de tres semanas.
El líder ‘tory’ asegura que no retrasará el Brexit en ningún caso.
Aún así, rehúsa detallar cuál será su estrategia si las negociaciones
para lograr nuevas concesiones de los socios comunitarios restantes se
mantienen encalladas.
En los pasillos del Parlamento británico se ha hablado en los últimos
días de la posibilidad de que el Gobierno trate de convencer a algún
líder europeo de que vete cualquier extensión del Brexit.
De ese modo, Johnson podría solicitar una prórroga más allá de octubre con la seguridad de que la petición será rechazada.
Preguntado en una entrevista con la BBC sobre si ha abordado ese
escenario con algún mandatario europeo, como con el primer ministro
húngaro, Viktor Orbán, Johnson afirmó que no aireará ninguna
conversación con otros mandatarios, porque son “delicadas”.
Aún así, advirtió: “Creo que es completamente cierto que hay otros países comunitarios que no quieren seguir arrastrando esta situación”.
Miembros de la oposición, así como conservadores críticos con
Johnson, han advertido asimismo de que el Ejecutivo puede tratar de
buscar mecanismos legales para anular la norma que le obliga a pedir una extensión.
El portavoz laborista para el Brexit, Keir Starmer, alertó este domingo en el diario The Observer
de que existe el temor entre los diputados a que el Gobierno argumente
que hay peligro de desórdenes públicos para declarar un estado de
emergencia, lo que le permitiría ignorar la ley para evitar un Brexit
duro.
“Azuzar la idea de que puede haber protestas, o incluso muertes, si no abandonamos la UE el 31 de octubre es la mayor de las irresponsabilidades”, declaró Starmer.
“Si esto es parte de un plan del Gobierno para hacer un mal uso de
sus poderes al amparo de la legislación de emergencias, le puedo
asegurar al primer ministro que le derrotaremos en los tribunales y en
el Parlamento”, agregó el político laborista.
En el congreso conservador, el ministro de Exteriores, Dominc Raab,
fue el miembro del Gobierno de más peso que defendió ante los afiliados
la estrategia de Johnson.
“Creo que los británicos ya han tenido bastante con líderes europeos
que faltan al respeto a primeros ministros británicos”, dijo Raab.
“Así que vamos a intentar llegar a un acuerdo, de buena fe. Pero si
la Unión Europea rechaza la oportunidad de hacer un pacto bueno para
todos, nos iremos al final de octubre, sin peros ni excusas”, recalcó.
Johnson mantiene en su gabinete de Gobierno a un equipo que se ha mostrado hasta ahora alineado con sus planes, si bien el Partido Conservador llega a la recta final del complejo proceso del Brexit dividido y con las heridas más abiertas que nunca.
El primer ministro expulsó este mes a 21 diputados ‘tories’ del grupo
parlamentario por rebelarse contra él y respaldar la ley para retrasar
la salida de la UE, lo que le ha dejado sin mayoría en la Cámara de los
Comunes y le ha llevado a perder todas las votaciones que se han
celebrado desde que asumió el poder, en julio pasado.
El nutrido grupo de diputados conservadores críticos con su líder
impulsa las expectativas de que Johnson perdería una moción de censura
si la oposición decide presentarla.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP) ha expresado este fin de semana su deseo de iniciar ese proceso en los próximos días, aunque todavía quedan escollos por superar en ese sentido.
La diputada laborista Angela Rayner enfrió este domingo las
expectativas de una moción inminente al asegurar que la prioridad de su
formación continúa siendo “asegurarse de que un Brexit sin acuerdo queda
descartado”.
Uno de los principales obstáculos es que los Liberal Demócratas y los
‘tories’ críticos no quieren que el líder laborista, Jeremy Corbyn, se
convierta en primer ministro interino si cae Johnson, y piden un
candidato de consenso para encabezar un Ejecutivo provisional que se
encargue de retrasar el Brexit.
Si triunfara una moción de censura pero no hubiera una mayoría
suficiente para formar un Gobierno alternativo, se convocarían de forma
automática unas elecciones anticipadas, precisamente el escenario que
desea Johnson, que partiría como favorito en unos comicios.
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