DUBLÍN.- El Gobierno irlandés tendrá que pedir
un préstamo de 5.000 millones de euros para incluir en los presupuestos
generales de 2020 medidas encaminadas a amortiguar el impacto de un
"brexit" sin acuerdo, el peor escenario para la economía de este país.
Expertos
del Ministerio de Finanzas analizaron en un encuentro con la prensa las
opciones que baraja el Ejecutivo de Dublín para elaborar las cuentas
del próximo año, en un clima de total incertidumbre ante el desenlace de
la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
El titular de Finanzas, el democristiano Paschal Donohoe,
tiene previsto presentar los presupuestos el próximo 8 de octubre, tres
semanas antes de la fecha límite del día 31 fijada por Bruselas para
consumar este caótico divorcio, que le ha costado ya el puesto a la
primera ministra británica, Theresa May.
El ministro,
explicaron las fuentes, debe decidir si "pisa el freno" para evitar el
"sobrecalentamiento" de la economía nacional, que crece a un ritmo mayor
que el de la mayoría de sus socios comunitarios, o si, por el
contrario, debe "acelerar" para hacer frente a un "brexit" salvaje,
corriendo el riesgo de que aumente el nivel de endeudamiento público.
Los
pronósticos del Gobierno sugieren que, en un escenario de ruptura
ordenada, el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá entre el 3,5 y el
3,75 % el próximo año, que se alcanzará el pleno empleo y que las
exportaciones seguirán tirando con fuerza de la economía.
En
ese contexto, cuando la maquinaria se acerca a su velocidad máxima, los
supervisores fiscales aconsejan "sacar dinero" de la economía para
enfriarla, "subiendo los impuestos, en vez de bajarlos", señalaron los
expertos.
El sobrecalentamiento de la economía
irlandesa fue uno de los factores que provocaron el estallido de la
burbuja inmobiliaria en 2008 y el colapso del sistema bancario, lo que
obligó a Dublín a pedir en 2010 un rescate por 85.000 millones de euros
al Fondo Monetario Internacional y la UE.
Donohoe ha
reconocido que existe de nuevo el riesgo de un sobrecalentamiento, pero
ha insistido en que el Gobierno no cometerá los mismos errores del
pasado.
De hecho, un "brexit" a las bravas le
obligaría a cambiar totalmente de curso de acción e "inyectar dinero" en
la economía, para lo que necesitaría tomar prestados los citados 5.000
millones de euros.
Esa maniobra podría situar el
déficit público entre el 0,5 y el 1,5 % del PIB, dependiendo de la
magnitud del impacto de un divorcio desordenado, pues el Ejecutivo
deberá mantener con estímulos el nivel de gasto público y hacer frente a
un aumento de los subsidios sociales.
El Ministerio
de Finanzas estima que un "brexit" sin acuerdo podría provocar la
pérdida de unos 50.000 puestos de trabajo y sacudir con fuerza a ciertos
sectores, sobre todo el agroalimentario.
Los expertos
indicaron que Donohoe decidirá qué escenario tendrá mayor peso en el
diseño de los presupuestos generales para 2020 el próximo septiembre,
cuando confía en que habrá más información sobre el futuro de la salida
del Reino Unido del bloque comunitario.
En este
calendario, Irlanda ha marcado en rojo los últimos días del próximo mes
de julio, cuando los "tories" tienen previsto elegir al sucesor de May
al frente del Partido Conservador y del Gobierno de Londres.
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