martes, 23 de abril de 2019

El principal sindicato de EEUU se opone al T-MEC por temas laborales de México

WASHINGTON.- El principal sindicato de Estados Unidos se opone a la ratificación del T-MEC, el tratado de libre comercio de América del Norte que sustituye al TLCAN, porque duda de que México imponga las reformas laborales que exige el acuerdo, dijo el martes su líder.

Richard Trumka, presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO por sus siglas en inglés), que tiene 12,5 millones de miembros, dijo también que es poco probable que el Congreso apruebe el T-MEC hasta que México logre mayores avances en el tema laboral.
"Si consiguen cambiar las leyes laborales según lo estipulado por el acuerdo, luego tienen que demostrarnos que tienen la infraestructura y los recursos para implementarlas", dijo Trumka durante un evento organizado por The Economic Club of Washington, un foro para líderes en la capital estadounidense.
Estados Unidos, México y Canadá firmaron en noviembre pasado un tratado para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994, que entre otros cambios requiere una reforma amplia de las leyes laborales mexicanas.
Pero el llamado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), o TLCAN 2.0, que todavía tiene que ser ratificado por los congresos de los tres países, enfrenta una dura batalla en el Capitolio en Washington.
Los demócratas han expresado preocupaciones similares a las de Trumka, mientras que un republicano clave del Senado, Chuck Grassley, ha exigido que se levanten los aranceles del acero y el aluminio antes de cualquier votación, algo que el presidente Donald Trump se resiste a hacer.
Trumka dijo el martes a periodistas que se opone a los aranceles sobre las importaciones de metales de México y Canadá.
"Creemos que los aranceles deberían usarse para perseguir a los infractores y, francamente, ninguno de los dos países viola el acuerdo", dijo.
México ha avanzado en la legislación para cumplir con las obligaciones del T-MEC: la reforma laboral fue aprobada por la Cámara de Diputados el 11 de abril y actualmente está bajo análisis del Senado.
Pero Trumka dijo confiar en que el Congreso de Estados Unidos no apruebe una legislación para implementar el T-MEC sin atender antes las preocupaciones sindicales estadounidenses.
Según afirmó, "falsos sindicatos" mexicanos afiliados al gobierno habían negociado 700.000 contratos colectivos ilegítimos diseñados para bajar los salarios locales.
"Eso significa que tendrán que cambiar 175.000 (contratos colectivos) al año durante los cuatro años que se les ha otorgado en el acuerdo y tendrán que tener 175.000 elecciones" sindicales para aprobarlos, dijo.
"Queremos ver su capacidad para hacer eso", añadió.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador asegura que la reforma será aprobada y estará implementada en cuatro años.
"Es una legislación muy avanzada que se está pasando este mes", afirmó en rueda de prensa Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la cancillería mexicana y exnegociador del T-MEC, de visita en Washington desde principios de abril para promover la ratificación del tratado.
Este martes, Trumka dijo que algunos de los cambios que piden para el T-MEC pueden abordarse en la legislación para implementarlo, pero otros podrían requerir la reapertura de las conversaciones comerciales.
La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC en inglés), una agencia federal independiente y bipartidista que brinda análisis de temas comerciales al Congreso, dijo la semana pasada que es probable que el T-MEC sume un modesto 0,35% al año al PIB estadounidense.
Pero esto podría ser a costa de precios más altos y ventas y producción reducidas en el sector automotriz, una posición disputada por la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, que negoció el T-MEC, y representantes de la industria automotriz.

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