LONDRES.- El exceso de producción y la desaceleración de la demanda global de petróleo volvieron a empujar hoy a la baja los precios del crudo, que rozaron el mínimo de la crisis registrado en diciembre de 2008, un nivel equivalente a los que había a mediados de 2004, antes de recuperarse al término de la sesión.
El Brent llegó a cotizar en Londres en 36,33 dólares, tan solo 13
centavos por encima de su peor dato durante una sesión en el cenit de
la crisis económica, el 24 de diciembre de 2008, mientras que el WTI
retrocedió en Estados Unidos hasta los 34,53 dólares.
Para encontrar un precio de cierre de la sesión similar al mínimo
registrado hoy hay que remontarse al 5 de julio de 2004, cuando el
Brent acabó la jornada en 36,3 dólares por barril.
A pesar de los mínimos, el crudo del Mar del Norte se recuperó y
al cierre marcaba 37,92 dólares, el Texas alcanzaba los 36,31 dólares,
mientras que la cotización del barril de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) para el viernes fue 33,76 dólares, según
ha informado hoy la organización.
Más allá de las fluctuaciones diarias del mercado, la mayoría de
los analistas coinciden en que no hay signos que permitan prever un
cambio de tendencia a corto plazo en los precios, que se han desplomado
más de un 40 % en un año.
"La principal fuerza que empuja el petróleo a la baja es la
saturación en los mercados que hemos visto en los últimos 18 meses y la
determinación de la OPEP a mantener sus niveles de producción, si bien
hay factores menores que también pueden influir a corto plazo, como la
cumbre del clima de París", afirmó Nick Coleman, analista de la
firma británica Platts.
Desde la semana pasada, la caída se ha agravado ante la falta de
acuerdo entre los miembros de la OPEP para fijar su techo de producción
común y la perspectiva divulgada por la Agencia Internacional de la
Energía (AIE) de que la demanda no crecerá en 2016 al ritmo esperado.
"Lo decepcionante de la última reunión de la OPEP ha sido que ni
si siquiera fueron capaces de llegar a un acuerdo para mantener la
producción en sus niveles actuales. Solamente acordaron que estudiarán
la situación del mercado y negociarán de nuevo dentro de seis meses",
dijo David Elmes, jefe de la Red de Investigación Global en
Energía de la Universidad británica de Warwick.
Su último encuentro en Viena, el 4 de diciembre, puso de
manifiesto las crecientes tensiones en el seno del grupo de
exportadores, algunos de cuyos miembros menos opulentos están sufriendo
las consecuencias de los bajos precios del crudo.
"Todo el mundo conoce la situación en la que se encuentra la
industria del esquisto en Estados Unidos como consecuencia de los bajos
precios, pero hay otras víctimas, algunas de ellas miembros de la OPEP",
señaló Coleman, que sostuvo que Venezuela es el país de la organización
cuya economía depende de forma más estrecha del precio del crudo.
Los bajos precios han frenado inversiones en las explotaciones
más costosas, lo que ha afectado a la naciente industria del esquisto en
Norteamérica, pero también ha golpeado a industrias asentadas como la
del Mar del Norte.
"Esta es un área en la que los costes de operación son bastante
altos, por lo que muchas explotaciones se han suspendido. La industria
está sufriendo y los efectos de la caída del precio se han trasladado a
toda la cadena de producción. Miles de personas han perdido su empleo",
señaló Alexander Kemp, director del Centro de Investigación en
Economía Energética de la Universidad de Aberdeen.
Los expertos ven poco plausible un cambio de rumbo en los
precios, no solo por la negativa de Arabia Saudí y sus socios del Golfo a
cambiar la política de producción de la OPEP, sino por el regreso al
mercado del crudo iraní una vez se levanten el próximo año las sanciones
internacionales a Teherán, lo que podría agravar la saturación de los
mercados.
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