sábado, 19 de enero de 2013

La morosidad de la banca española sube al 11,38% en noviembre

MADRID.- La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito (EFC) españoles a particulares y empresas ha vuelto a marcar un nuevo máximo histórico en noviembre, al ascender hasta el 11,38%, según datos publicados por el Banco de España.

   De este modo, la tasa de morosidad del sistema financiero español acumula diecisiete subidas mensuales consecutivas, ya que el último descenso mensual de la referencia se remonta a junio de 2011, cuando la morosidad bajó al 6,41%, frente al 6,48% de mayo de 2011.
   Ahora bien, el ascenso de la mora se ha ralentizado, pues, aunque esta tasa de impago supera el nivel más alto hasta la fecha desde que el regulador recopila estos datos --registrado en octubre (11,23%)-, sólo lo hace en algo más de una décima.
   La morosidad de la banca en noviembre marca una brecha de 2,23 puntos porcentuales respecto al máximo de la crisis anterior, que data de febrero de 1994, cuando se estableció en el 9,15%. También supone un aumento 3,83 puntos porcentuales respecto al nivel de noviembre de 2011 (7,55%).
   Los créditos morosos totales del sector financiero español crecieron en 2.012 millones de euros en noviembre comparado con octubre, cuatro meses después de que España solicitara el rescate bancario a la Unión Europea, hasta alcanzar un total de 191.630 millones.
   En concreto, estos créditos morosos se han alcanzado sobre una cartera crediticia global de 1,683 billones de euros, que se redujo en 4.767 millones frente al mes precedente.
   El crédito global del sistema financiero se ha desplomado un 5,7% en los últimos doce meses, lo que se traduce en 101.119 millones de euros menos, mientras los dudosos han escalado en el mismo periodo un 42,8%, con un salto de 57.403 millones.
   Ante este deterioro de la cartera de crédito, las entidades financieras han elevado su colchón contra pérdidas tanto por las exigencias de las últimas medidas para sanear el sector financiero como de forma voluntaria, por importe total de 127.248 millones de euros.
   Este esfuerzo en provisiones supera en 9.907 millones a las realizadas en octubre (117.341 millones) y un incremento de las correcciones de valor por deterioro de créditos de 53.589 millones respecto a hace doce meses (+72,7%).

Aumenta con promotores

La tasa de morosidad de los préstamos concedidos por las entidades financieras para actividades inmobiliarias alcanzó el 30,3% en el tercer trimestre, con 84.989 millones de euros, la cifra más elevada la historia, según datos del Banco de España.
   De esta forma, mientras persiste la sequía del crédito para la compra de viviendas, la mora de los promotores se ha multiplicado por más de cuatro desde 2008, año en el que alcanzó los 19.416 millones de euros, iniciando una progresión ascendente que aún no ha finalizado.
   Así, la tasa de morosidad de este sector en el tercer trimestre triplica la del mismo periodo de 2011 (18,9%) y refleja que estas empresas afrontan también un 2013 complicado.
   En datos absolutos, el saldo de préstamos dudosos en el apartado de actividades inmobiliarias se situó en septiembre en 84.989 millones de euros, lo que supone un incremento de más del 47,6% respecto al mismo trimestre del año anterior.
   Este repunte unido al descenso en la concesión de créditos totales para actividades inmobiliarias, del 7,6% interanual, hasta los 280.245 millones de euros, explica el repunte de la tasa de morosidad.
   Asimismo, la tasa de impago de los créditos para la adquisición de vivienda con garantía hipotecaria repuntó tres décimas en el tercer trimestre, hasta el 3,4%, ocho décimas por encima del nivel alcanzado en el mismo periodo del 2011, del 2,6%.
   El saldo de créditos hipotecarios dudosos alcanzó a cierre del pasado trimestre 20.818 millones de euros, la cifra más alta de la serie histórica, mientras que el saldo total de préstamos para la compra de vivienda con garantía hipotecaria cerró en 597.181 millones, un 2,5% menos.
   Esta cifras reflejan la caída de las compraventas y de los precios de las viviendas que, a su vez, está detrás de las dificultades por las que atraviesan los promotores.
   Este ratio de morosidad hipotecaria se mantuvo por debajo del 1% hasta marzo de 2008. A partir de junio de ese año comenzó a registrar un mayor repunte, como consecuencia del recrudecimiento de la crisis, y a cierre de ese mismo ejercicio ya superaba el 2%.
   El mayor incremento se produjo precisamente en el tercer y cuarto trimestre de 2008, cuando se elevó en 0,60 puntos y en 0,50 puntos porcentuales. Desde 2009 la morosidad hipotecaria continuó su ascenso, aunque más moderado, ya que se situó en el entorno de las tres décimas.

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